Capítulo VII

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"Truenos en los llantos del cielo".

El hombre acariciaba el vientre de aquella mujer rosada que también poseía lágrimas en sus ojos. El corazón partido que cargaba en mano era horrible. Él ya sabía el problema de la situación.

—Tú crees... Que el precio tu amor no es un precio que esté dispuesto a pagar —susurró con cuidado para que solo la bebé escuche. —Me encantaría menearte cuando tu madre cocine al andar por la cocina... —cerró sus ojos. La rosada contenía sus lágrimas y solo se limitaba a acariciar el cabello enrulado de su esposo.

—Continúa... —cedió. Él la miró. Después de muchos intentos, él estaba dispuesto a darle unas últimas palabras a la pequeña.

—"¿Por qué tan triste?" preguntarás; tu madre y yo te amamos con toda el alma. ¡Te lo juro! Eres lo mejor que me ha pasado... Recuerda que nunca elegiremos quién nacerá... —tragó saliva y soltó otro sollozo. —Irás con tu madre. Yo lo sé. Ella te amará y te mecerá por mí. ¡Irás con tu madre! No lo juzgaré, te amaré como si fueras la primera cosa que vi.

—A veces la vida es cruel, lo sabemos bien —habló esta vez la mujer y se tomó de las manos con su esposo. —Queríamos que supieras que eres una de las mejores cosas que tenemos... O... Tendremos —sollozó. —No te cambiaríamos por nada.

—Espero que vayas a estar bien en el cielo junto con tu mamá... —se miraron y ella apretó el agarre —... Te amo mucho, bebé. ¡Es injusto y lo sabes muy bien! —miró a su mujer —no elegimos esto y lo sabes... Mi pequeña flor marchita... —besó el vientre de la mujer y ella tapó su rostro. —No quiero dejarte ir... A ti no, ni siquiera verás el mundo y aún así... —se contuvo y sollozó nuevamente. —Mi suave florcita. Mi linda y hermosa campanita. Mi diamante en bruto —se abrazó al vientre —por siempre... Y siempre... Y siempre y siempre y siempre... Irás con mamá... Lo sabemos bien pero serás feliz con ella pero conmigo no. Pero te amamos, debes también saberlo bien, ¡y no podemos contenernos en conocerte! Pero cuando te vayas... —sollozó —... Será trágico y no podremos verte bien, igualmente yo sé que tú serás una bella dama, una gema perfecta como tu madre. Me encantaría matar a tu futuro novio y verte cómo te casas.

—Steven... —la miró —... Lo siento mucho por ser inservible. Por no poder darte lo que quieres, ¡ahora que tú puedes dejarme ir... Tienes que dejarla ir a ella! —acarició su vientre. —Lo siento por ser defectuosa.

—No, Spinel... —la abrazó —... No digas eso. No eres defectuosa, eres hermosa. A muchas mujeres también les pasa —ambos se miraron inseguros.

—¿En serio? —él asintió.

—Sí... —miró al vientre —... Me encantaría yo sacrificarme por ella... Pero no puedo —acarició su mejilla y volvieron a llorar juntos.

...

—Oh, hola, Steven —él se sobresaltó y observó a la rubia que se le acercaba.

—Sadie —saludó —¿tienes un hijo? —buscó con la mirada entre toda la muchedumbre de pequeños que hablaban y se preparaban para salir de la escuela.

—Sí —admitió asintiendo —Shep está trabajando así que vine a buscarlo yo —el enrulado se sobresaltó.

—¡¿Es hijo de Shep?! —chilló sorprendido.

—Cálmate, Steven, estuviste en una gran burbuja —el hombre suspiró. "Cuidaba de una gema embarazada y una bebé".

—Sí, lo noté —lo pensó —¿y cómo vas con Shep?

—¡Bien! Bueno, el matrimonio tiene sus contrabajos —el hombre rió y miró a otro lado melancólico.

—Ni me lo digas —murmuró. Sadie lo miró pero prefirió no tocar el tema.

—¿Viste a Lars? —preguntó.

—No, no lo vi —volvió a mirarla.

—Está muy cambiado, deberías visitarlo y también a las Off–Colors. He hablado con él y te extraña.

—¡¿En serio?! —se contuvo —wow, es increíble.

—Anda algo deprimido pero está fantástico, ¿sabes?

—¿Deprimido? ¿Por qué? —ella formó en sus labios una "o".

—Wow, sí que has estado en una burbuja. Lars tuvo un bebé.

—¡¿En serio?! —repitió —¡eso es fantástico! —parpadeó —pero ¿por qué está triste? —ella suspiró.

—Esmeralda... —arrastró su nombre —... Ella... Es la madre de la bebé —abrevió. Steven abrió los ojos, sorprendido y le cayó como agua fría. Ahí entendió la situación de Lars. Pasaba lo mismo que él.

—Oh, qué lástima —susurró.

—¡Papi! —él se giró a mirar a la menor que corría hacia él —¡mira el dibujo que hice! —le extendió el trozo de papel. Sadie observó a la menor.

—¡Oh! ¡Qué lindo! —lo miró.

—Esos somos tú y yo... —aplanó los labios —... Y mami es el ángel que nos ve en el cielo —la sonrisa de Steven se esfumó y cerró sus ojos, pensando en cómo no ponerse a llorar ahí mismo.

—Lo siento mucho, Steven —apoyó la rubia. Él la miró y se encogió de hombros.

—Yo elegí esto —excusó y tomó de la mano a la menor, observando por última vez a la rubia que recibía a una pequeña de cabello rubio y piel morena.

Irónicamente es tan duro incluso para Loto.

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Duro, ¿eh? En el recuerdo casi me pongo a llorar :'C NO ME JUZGUEN.

Bien, el capítulo como ven está dedicado a Dai-Strawberry. FELICIDADES! Te quiero uwur. Muy bien por aportar tus conocimientos.

Bueno. Conocerán otra razón por la que Steven está sad al menos.

Bien, ¿teorías? Jsjs.

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She's GONE | StevnelWhere stories live. Discover now