Steven y Spinel fueron pareja e incluso se casaron, hasta que nació su pequeña hija. Aunque Steven está muy feliz de tener a su pequeña, extraña a su difunta esposa, ¿puede superar el amor que posee por su esposa y centrarse en su hija o terminará p...
—¡Garnet! Sabes que vamos cinco meses de embarazo con Spinel y quería preguntarte algo respecto a mi bebé —la mujer lo miró seria.
—Sí, claro, dime.
—¿Cómo se ve mi bebé? —preguntó. La mujer miró a la nada a través de esos lentes y los movió. Aplanó los labios y se los relamió.
—Va a ser una niña sana... —arrastró las palabras con lástima. Steven sonrió emocionado.
—¡¿Va a tener los ojos de Spinel?! ¡¿Y su pelo?! —Garnet suspiró y se paró del sillón.
—Tengo que hablar seriamente contigo.
—Claro, dime —repitió las palabras contrarias. La granate dudó y miró alrededor, buscando las palabras para declararle la verdad.
—Tú... —aclaró su garganta —... Spinel tiene gemelas —el muchacho agrandó su sonrisa.
—¡¿En serio?! ¡Es emocionante! —soltó un gran grito de felicidad. —¡Voy a ser padre de dos niñas! —dio un salto.
—Steven, estoy hablando en serio.
—¡Sí, lo sé! Yo igual, ¿por qué esa cara? —se preocupó. Garnet suspiró.
—Sabes que Spinel se irá, ¿no? —y le cayó como agua fría al muchacho, recordándole que la perdería. El amor de su vida. La razón por la que no quería que se vaya la aceptó.
—Sí... —habló desanimado.
—Y ella debe obtener solo una forma —insinuó. Él abrió los ojos como platos.
—¿Quieres decir...? —negó la realidad.
—Lo siento, Steven —se acercó a él y apoyó su mano. Él bajó la mirada y aguantó. Contuvo los lágrimas pero igual salieron, al igual que el sollozo. Este le arrancó la garganta, ardiéndole. —En serio lo lamento —él comenzó a llorar.
—E–Entonces... ¿Tengo que dejar ir a las dos...? —Garnet asintió y lo abrazó. —No quiero —admitió. Garnet no contestó, se limitó a aferrarse a él. Ella se quitó las lágrimas en seguida. —No quiero dejarla ir... ¡No a mi bebé! —se aferró más a su madre —¡n–no puedo...! —tragó saliva con dificultad.
—¿Se lo dirás a——
—No —sentenció —Spinel no puede sufrir en el embarazo.
—Pero tarde o temprano se enterará —él cerró los ojos.
—Mejor tarde que nunca —contraatacó y volvió a partir en llanto. —Oh... Mi bebé...
...
—¡Mi bebé! —exclamó emocionada Loto agarrando al pequeño gato negro entre sus manos. —Es lindo.
—Lo es —le dio la razón —pensé que te gustaría.
—¿Era diferente?
—Mucho —admitió.
—¡Me encanta! —gritó y abrazó a Steven —me encanta —repitió —gracias.
—De nada, Lotito —besó su frente con fuerza. —Te amo.
—Yo igual te amo —ella dio unos saltitos y acarició al gato con cuidado. —¿Cómo lo llamaremos?
—Cómo quieras —se apoyó en su mano.
—¡Luna!
—Pero es macho —habló incrédulo el hombre.
—Luna —insistió con una sonrisa. Steven lo pensó.
—Moon —ella parpadeó —es Luna en inglés —ella rió emocionada y acarició al gato.
Irónicamente recordó todas esas veces que miraba la luna con Spinel.
💧💧💧💧💧💧💧💧💧💧💧💧💧💧 Uy, dura la noticia, ¿eh? Oof, ¿creen que se entere Spinel? Y si se entera, ¿cómo reaccionará? :0
¿Ahora entendieron los capítulos VI y VII? Duro.
En el capítulo VII para escribir cuando habla Steven, me escuché la canción de Hamilton de “You'll beback”. Se dan cuenta porque lo primero que dice Steven es “tú crees que el precio de tu amor no es un precio que esté dispuesto a pagar” parecido a los primeros versos de dicha canción.
YA MUCHOS LO SOSPECHABAN PERO SÍ, SPINEL TUVO GEMELAS. DUROOO
Bueno, ¿les gustó?
Esto pensando en final épico para terminar esa historia y yo ya lo tengo en mente, solo tengo que escribir el resto de capítulos y hacer esa última escena.
Soy detallista y eso se nota uwu
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