¿ESTO ES REAL? #Rubegetta.

Nerviosismo

NARRA VEGETTA

-Chavales, él es Nathan, el amigo de quien les hablaba, Nathan, te presento a Willy, Luzu, Auron, Mangel, Lolito, Alexby, Fargan y Vegetta.

-Un gusto concerlos chicos-  dijo Natan dando una sonrisa para todos.

-Venga, vamonos.- dijo Rubius y llamo a el que estaba en la barra para que nos cobrara todo, él lo pago todo, no quiso que nosotros pagaramos, ya que decía que eramos sus invitados.

Camino Rubius abrazado a Nathan, y eso me hizo sentir mal, creo que Willy lo noto, porque se acerco a mi y me dijo:

-No dejes que alguien te derribe. Demuestra que eres fuerte, Vegetta, no quiero volver a ver hoy ni nunca que bajas la mirada, mantenla firme.

Abrace a Willy, siempre sabe que decir cuando me encuentro mal, por eso es mi mejor amigo.

NARRA RUBIUS

Ver a Nathan por alguna extraña razón me puso muy contento, cuando ibamos hacia afuera lo abrace para estar más cerca a él, porque no queria que nadie me escuchara.

-¿Si ubicas a Vegetta?

-Pues si, macho ¿cómo no lo voy a ubicar si me lo acabas de presentar y literalmente es una de las personas más conocidas en españa?- Dijo Nathan riendose de mi pregunta.

-vale, vale, me alegra que lo conozcas, hoy nos besamos, y quiero repetirlo hoy, pero en mi habitación, ¿sabes lo que te digo?- Dije con una sonrisa dando a entender mis intenciones. -Así que quiero que entretengas a todos los demás, podemos pasar a comprar más cervesas, y puedes animalos a tomar más, para que no se interpongan entre Vegetta y yo. ¿Qué dices?

-Digo que no, Rubius, estás borracho y sé que mañana no recordarás nada, posiblemente ahora no eres tan conciente de lo que dices, así que no cuentes conmigo, ¿vale? Lo siento, amigo.

-Menudo protector, talvez por eso Alán se enamoro de ti. O no talvez por eso te dejará.- Alán es el novio de Nathan.

-Me ama por eso, guapo.

NARRA VEGETTA

El camino a casa de Rubius fue corto, y eso fue bueno porque yo empezaba a marearme, llegamos a la casa y antes de entrar ví como Rubius se despedió de Nathan, con un beso en la mejilla, y con una sonrisa encantadora.

Cuando todos estuvimos adrentro nos sentamos en la sala y Fargan predió la televisión. Eran las 4 de la mañana y nadie tenía sueño.

-Bueno, chavales, a dolfmir. -Dijo Rubius cominando hacia su habitación.

-Yo me quedo, dijo Fargan viendo un episodio de Naruto.

-Yo igual.- Dijo Willy.

Al final todos decidieron quedarse, estaban borrachos y así no podían dormir. Pero a mi me estaba ganando el sueño así que fui con Rubius a su habitación.

Cuando entre ví como Rubius se quitaba los pantalones, quedando sólo en bóxer, ya que también se había quitado la camiseta.

Cuando ví su mirada en mi, me volteé, dandole la espalda con nerviosismo.

-Lo siento, yo no quería verte así, ni siquiera sabía que estabas así cuando entre.

-Venga, Vegetta, no te preocupes, lo siento yo, no esperaba que vinieras ya a dormir. Me dará una ducha, ¿vienes conmigo?

Sentí como me sonrojaba más cada segundo, Rubius esperaba mi respuesta.

-Eeh..hh... y...yooo...-Ahora parezco retrasado.

-Jajajaja, que era broma, macho. Ahora vuelvo.

Yo arregle mis cosas porque yo también entraría a bañarme después de Rubén.

Cuando Rubius salió yo entre rápido hacia el baño, no queros cruzame con él por ahora. La ducha fue relajante, se me paso un poco la peda, ya no caminaba chueco cuando salí. Me vestí y salí. Cuando salí ví a Rubius sin camiseta, y cuando me vió se acerco a mi.

-¿Siempre duermes con camiseta?

-Amm... no, Rubius, no siempre, pero ahora sí.

-Uumm... eso podemos arreglarlo. -Dijo Rubius, yo no podía moverme. Rubius tomo los extremos de mi camiseta y empezo a levantarla, cuando fue más arriba subí mis brazos para que puediera sacarla por completo. Yo estaba muy confundido.

-Joder, Vegg estás mucho más bueno sin camiseta. Incluso mejor de como lo imagínaba. -Rubius mojo sus labios viendo fijamente mi pecho.

-Rubius... yo no sé qué pretendes, pero...

-Shhh... no digas nada- Me interrumpio Rubius poniendo su dedo en mis labios, señalando que no dijera nada más, éste empezo a bajar su dedo hasta quedar en mi cuello y empezo a acercarme a él. Con los ojos cerrados, y con ambas manos en mi cuello empezo a besarme, pero esta vez el beso se sentía diferente.