¿ESTO ES REAL? #Rubegetta.

Primera Cita

NARRA RUBIUS

Estoy nervioso de cojones, en unos minutos tengo que estar en la puerta de la habitación de Willy, para llevar Vegettita a nuestra cita, pero no estoy listo aún.

Bueno, qué va, físicamente ya estoy listo pero mentalmente no, ni de coña ¿Cómo tengo que actuar? ¿Y si no le gusta las opciones de lugar que elegí? Hostias, Samuel de Luque es Don Simétrico, todo tiene que ser perfecto. No quiero cagarla con él ¿Sabén?

Llegó la hora. Me mire por última vez en el espejo, llego un pantalón negro con una camiseta muy mona, la verdad, no quisiera decir esto porque es ridículo pero es de color morado, sip, color morado, talvez así le gusto más a Vegetta.

Arregle mi cabello porque estaba muy perfecto, tampoco quiero que me note diferente. Tome la rosa roja ya que Auron me dijo que llevara un detalle.

Salí de la habitación, la casa está sola, porque los chicos fueron a cenar, creo. Así que no pasaré burlas de mis amigos subnormales.

Toque la puerta del cuarto de Willy y Fargan, se abrió la puerta y ahí estaba mi hombre... digo, Vegetta.

Estaba impresionante, realmente sexi a decir verdad, Vegetta, cuando me voy sonrió y nos quedamos unos segundos así simplemente viendonos felices, pero noté la incomodidad de Vegetta y cuando quise hablar no salieron palabras de mí.

Coño, Rubius, dí algo.

-Hola, Vegetta.- Dije pero se me salió un gallo que flipas, aclaré mi garganta riendome.- Hostias, lo siento, estoy muy nervioso.-Vegetta también se estaba riendo y creo que eso es bueno ¿no? Se está divirtiendo.

-Hola, hermoso.-Dijo Vegetta haciendo que me sonrojada, se acerco a mi y dejo un beso en mi mejilla como saludo.

-Eehhh...- Rubius, tú puedes, sólo respira y no seas raro.- Y...yo te traje esto, espero que te guste.- Extendí la rosa y Vegetta la tomo con una mano.

-Gracias, macho, espera voy a dejar esto en agua y nos vamos ¿Vale?.-Dijo y sin antes que pudiera responder salió de la habitación en dirección a la cocina para tomar un jarron. Cuando ya dejo la rosa en agua salimos de la casa.

Yo iba jugando con las llaves de mi coche, nervioso, cuando llegamos al coche ambos subimos, me puse el cinturon de seguridad, pero como soy tonto lo estire demasiado fuerte y este se trabo, una, dos, tres, cuatro veces.

-¿Pero qué pasa? Se ha descompuesto, es que puede ser una señal, Vegetta, de que estoy yendo demasiado rápido.-Dije todo a un velocidad impresionante, no sé si Vegetta me entendio.

-Tranquilo, Vegetta está aquí para ayudarte.-Se estiro quedando cerca de mi, pasó su brazo hacia donde esta el cinturon y lo jalo despacio, haciendo lo que yo antes no había podido, lo hizo ver tan sencillo, pero es que eso era, es muy sencillo, pero yo soy imbécil.

-Gracias, creo que conmigo no ha funcionado.

-Rubius, creo que ya hicimos todo muy rápido, así que no nos queda de otra, disfrutemos la noche ¿vale? Y deja de estar nervioso, me encanta verte así por mi, pero sigo siendo yo, así que relajate, muchacho.

-Bueno, es que dices muy tranquilamente que no hay motivos para mis nervioso, pero soy yo el que tiene que estar enfrente de una persona tan especial como tú, no quiero aurrinarlo ahora ¿Sabes lo que te digo? Porque si...- No pude terminar porque Vegetta beso mis labios para hacerme callar, pero si esta era la forma podría pasar toda la noche sin decir una palabra. Se separo de mi y me sonrió.