Hard Feelings (BTS y tú)

1. Kookie

Viernes 5 de Septiembre de 2008

- Kookieee !!... - Cuando cambiará...
- JungKookiee vengaa.- Dije golpeando agobiada la puerta.
Todos los días, todos los años la misma historia, siempre he sabido y de sobra, que JungKook no era de llegar temprano a los sitios, incluso no llegaba nunca ni a tiempo, que es lo normal, pero aunque llevo años pasando por lo mismo siempre me pongo igual de histérica y nerviosa.

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( Hace 3 años )

- NO LA ALCANZO - Le gritaba a mis amigos mientras corría cuesta abajo detrás de mi pelota favorita.

-DÉJALA - Dijo Will, su voz se escuchaba ya muy lejana.

- NUNCA - Era de High School Musical.

A cada segundo que pasaba, más velocidad cogía la pelota y menos posibilidades tenía de atraparla. Pude ver que esta, ya iba llegando al barranco más alto de la pradera, sabía que si llegaba allí, ya no tendría posibilidad de volver a verla.

Mientras pensaba en lo inevitable, vi que un chico con una bicicleta negra frenaba en seco para parar la pelota, lo que hizo que su cuerpo se fuera un poco hacia delante, pero no se cayó.

Unos segundos después de seguir corriendo cuesta abajo, llegué hasta aquel chico.

- Vaya, si que llevas tiempo detrás de esa pelota - Dijo riendo.
Notaba que mi cara ardía y mi respiración quemaba, debía estar tan roja como los zapatos de aquel chico...
- Cómo te llamas? - preguntó seguidamente.

- ______ , y tu? - Dije con dificultad mientras trataba de recuperar el aire.

- Jeon JungKook, pero puedes llamarme JungKook- Dijo el chico de rasgos asiáticos con una gran sonrisa, dejando ver como sus dientes delanteros eran un poco más grandes que los demás.
- Oye, has tenido suerte de que llegue tarde a mis clases, si no.... - dijo ladeando la cabeza hacia el pequeño precipicio que había a escasos metros de él.

- Muchas gracias de verdad- Dije sonriendo de la mejor manera que pude.
- Dónde vives? - Pregunté, ya que nunca lo había visto, y si venía en bicicleta, puede que viva cerca mía.

- Pues me acabo de mudar a este país por temas de trabajo de mi padre, y nos hemos venido a vivir a esta zona por sugerencia de mi madre, no le gustan las grandes ciudades - Lo seguí mirando callada esperando que dijera su calle.- Ah bueno, y si te refieres a la calle pues creo que se llama, el prado-

Entonces mis ojos se abrieron de par en par.

- Que dices esa también es mi calle! Qué número?!- Exclamé ansiosa.

- Número 12 - Dijo esperando mi repuesta.

- YO EN EL 10 - Dije emocionada.

- Pues encantado de conocerte, vecina - dijo extendiendo su pequeña mano hacia mí, esta estaba manchada de grasa por las cadenas de su bici.

- Encantada señor Kook - Le dije mientras le apretaba levemente su mano.

- Oye, y ahora que somos amigos...- Dijo mientras metía la mano en su cesta
- Quieres una uva ?-

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Desde entonces nos hicimos inseparables.

- Ya voy _____ cálmate- se escuchó sórdidamente desde detrás de la puerta.

Mientras que Kookie terminaba lo que estuviese haciendo, me dediqué a mirar a mi al rededor, Jeon tenía a cada lado de la puerta de su casa dos Hibiscos rosas con tonos violetas, que gracias a la fría noche, éstas adquirían por la mañana una capa de pequeñas gotas de rocío que hacían que se vieran más preciosas, al igual que el césped.