5. Pistola De Agua

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-____ a desayunar! - Escuché débilmente a través de las finas sábanas que cubrían mi cabeza.

Me destapé un poco la cara, lo suficiente para poder ver el despertador, eran las diez de la mañana. Con pesadez, volví a cubrirme el rostro, queriendo disfrutar un poco más de la agradable sensación que era estar bajo las frías sábanas, ya estábamos a finales de primavera y se hacía cada vez más notable el cambio de temperatura.

Después de unos largos minutos, decidí levantarme antes de que mi madre comenzara a llamarme de nuevo. Estaba tan adormilada que notaba como me costaba mantener el equilibrio mientras bajaba las escaleras.

Al llegar al pasillo y mirar hacia la cocina, pude ver a mi madre sentada en la isla de mármol, esperándome con el desayuno en la mesa mientras tomaba su cotidiano zumo de piña. Cuando llegué allí, me senté en la silla que había en frente de mi madre y comencé a comer.

-Mamá ¿A que hora llegarás hoy de trabajar? - Pregunté mientras le di un mordisco a mi tostada.

-Hoy no iré- Dijo despreocupada.
- Me he cogido el día libre, para eso soy la jefa no? - Dijo orgullosa mientras untaba mermelada y miel en su tostada.
-Mira lo que se me ocurrió ayer en el estudio- dijo agachándose para sacar una carpeta azul en la que solía guardar sus ideas y bocetos de próximos trabajos.

Estaba tan llena que los papeles sobresalían por los lados.
Después de unos segundos, sacó un papel que al colocarlo en la encimera, tuvimos que echar la jarra de zumo a un lado para que pudiera estar enfrente de nosotras.

-QUE CHULOS- Dije impresionada.

Se trataba de unas finas sandalias verdes de tacón con unas pequeñas hojas que cubrían algunas partes del zapato como si fueran ramas, y en uno de ellos, tenía un minúsculo diente de león blanco.

-Me acordé de ti y las hice, saldrán al mercado en un par de semanas y serán de edición limitada, solo habrán mil en todo el mundo - dijo emocionada levantando y subiendo sus cejas
-¿Te gustan? - Prosiguió.

-Me encantan mamá - Dije impresionada, ella respondió sonriente y con un pequeño aplauso.
-¿Cuándo me las podré poner?- Pregunté.

-Cuando tengas más de dieciséis hablaremos- dijo tomando un sorbo de zumo.

-Mamá... No quedarán para entonces- Dije desganada mirando al techo.

-Eres demasiado pequeña aún ___, ya lo sabes- dijo para después beber un poco de su zumo.

-Peor para ti- Dije altanera -La chica más guapa del mundo no llevará tus zapatos- Dije bromeando, a lo que mi madre rio.

-Mira, te guardaré un par- dijo aún riendo.
-Me arriesgaré a guardarte un 39-40?-
Dijo pensativa.
-Y no podré guardarte otro porque serán para la venta, y si esos no te quedan bien.... Mala suerte- Dijo encogiéndose de hombros.

-Espero que me queden bien- Dije imaginándome con ellos en un futuro.

-Claro que si- Dijo mi madre convencida.

Después de un largo y agradable silencio, mi madre volvió a hablar.

-Oye ___- Dijo mientras recogía las cosas del desayuno.
-¿Qué te parece si vamos a la playa?- Preguntó mientras guardaba un cuenco de cereales vacío en el lavavajillas.
-Y nos quedamos allí hasta el atardecer, vamos al cine, cenamos fuera...- dijo planeándolo en el instante.

-Claro que me parece bien!!!- dije emocionada apoyando mis manos en el frío mármol.
-¿Puedo avisar a Jungkook?- Pregunté sonriente.
Mi madre antes de responder, abrió la nevera y sacó dos cajitas pequeñas de zumos, una de piña y otra de uva
(la favorita de Kookie).

-Ya lo daba por hecho- Respondió mientras agitaba los zumos en el aire.

Yo reí y bajé corriendo del alto taburete para dirigirme a la casa de Jeon para avisarle lo antes posible, como estaba a pocos metros mi madre me dejaba ir sola.

Al cruzar la puerta, pude notar la calurosa (pero no exagerada) temperatura en el ambiente, al mirar arriba no vi ni una nube, solo un cielo cubierto de un azul hermoso.
"Qué bien nos lo vamos a pasar" pensé sonriente mientras entrecerraba un poco mis ojos por la brillante luz del sol.

Después de observar un par de segundos el paisaje, fui hacia la casa de Kookie.
Al llegar a la puerta, vi que otra de las únicas flores que quedaban desde que Hanneul se fue al hospital ya tampoco estaba, pasé esto de largo y llamé a la puerta, esperé unos segundos y volví a llamar, si Kook no me abría la puerta al instante, siempre se asomaba por la ventana. Pero tampoco se asomaba.
Volví a llamar una y dos veces más, pero nada.

Decidí entrar al jardín trasero.
"Aún están las pistolas de agua" pensé recordando la batalla de anoche, que por cierto ganó el. Decidí coger una, recargarla, y esperarlo en mi jardín delantero, para que cuando llegara, empaparle y tener mi venganza.

Mientras iba disparando un poco de agua al aire llegué a mi casa, abrí la pesada puerta y avisé a mi madre de que estaría en el jardín delantero esperando a Jungkook.

-Vale cielo, estaremos aquí hasta las 12:30 o 13:00- contestó.

-Perfecto- dije mientras me sentaba en la fina hierba del jardín.

Me dejé caer un poco en la valla de madera que había atrás mía, donde daba la sombra y comencé a esperar. A medida que pasaba el tiempo, más me aburría.
Comencé a disparar agua al muro que tenía en frente (intentando dibujar algo), que a medida que pasaban los segundos, el dibujo iba desapareciendo por la calor, hasta que poco a poco fui quedándome dormida...
___________________

Escuché cómo el perro del vecino de al lado comenzó a ladrar, por lo que me desperté.
Fui lo más deprisa que pude al salón a ver la hora, las 11:30.
Resoplando, volví a mi sitio decidida a esperar la llegada de Jeon, sin embargo, llegó al un chico.

-Ey niña- Dijo llamando mi atención un joven cartero.
-¿Vive aquí Laura rose?- Preguntó mientras agitaba un sobre beige.

-Sí soy su hija, si quieres le doy yo la carta- dije levantándome del césped.

-claro- dijo sonriente.
-Mola la pistola- dijo mientras se iba.

Después de despedirlo, fui calmada a abrir la puerta y entregar la carta a mi madre.
Antes de cruzar el pequeño escalón, vi que en la solapa de la carta, descansaba el nombre del señor Jeon Seong, padre de Jungkook.
Decidí volver a mi sitio y leerla antes de que lo hiciera mi madre.

Al abrir el sobre, saqué la carta, estaba mal doblada y con una letra rápida, sin duda había escrito esta carta con mucha prisa.

Ocurrió lo que más temía Laura,
han  dado un mes de vida a Hanne,
sin duda ha sido la peor noticia, pero desgraciadamente era predecible... Ya sabes que cada día iba a peor.
Esta misma noche he decidido que  cogeríamos un vuelo de urgencia a Busán, así podrá estar más cerca de sus familiares y disfrutar de su ciudad natal como se merece.

Te diría cuándo volveremos a ____ pero no estoy para nada seguro de cuándo o si volveremos...
Siento que no nos hayamos podido despedir en persona y de verdad que muchísimas gracias por toda la ayuda que nos has dado, algún día te pagaré de alguna manera por ello.

Espero que ____ se tome esta noticia mejor que Jungkook, no ha sido nada fácil decírselo y no ha reaccionado nada bien... Siento que esta carta sea tan improvisada, tengo que hacer muchas cosas en menos de una hora.
Cuiden su salud y sean felices.
Nos volveremos a ver.


Atte: Jeon Seong


- ¿Qué? -


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Aclaro que el apellido de _____ y la madre es Rose
(rous) <~~ como suena

BESOS 💗💖💕✨🧚‍♂️🌸

~eth.🌈


Hard Feelings (BTS y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora