Diario médico

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Diario médico del Doctor Steward: Hospital siquiátrico para mujeres
Miércoles 8 de Octubre.
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Hoy ha sido un día agotador. La paciente más peligrosa escapó durante la tarde del día de ayer. Amelia H.R. logró sobrepasar a los doctores y a la seguridad del lugar. Todo ocurrió en la tarde de ayer, el encargado de alimentarlo fue a su celda como lo hace todo los días, la encontró amarrada en su cama sin señal alguna de vida. Después de comprobar qué estaba muerta (o eso creía él), junto a tres doctores del lugar, él la liberó de las ataduras para recoger el cadáver, en ese momento Amelia cobró vida y se abalanzó contra los cuatro hombres qué la sujetaban. Aún bonito sabemos muy bien qué pasó, pero Amelia asesinó a todos los sujetos y huyó sin qué nadie se percatara de ello. Inmediatamente di aviso a la policía, una enferma mental como ella era un gran peligro para la ciudad, ya que la paciente era violenta y sicopata, desde muy pequeña había desarrollado un gusto por matar. Los policías llegaron con ella cuando el reloj ya había dado las nueve de la noche del día de hoy, Amelia estuvo todo un día libre. En el reporte policial que los oficiales me entregaron se leía qué la paciente había asesinado a su primera víctima la tarde de ayer, una escolar llamada Kayla qué había encontrado y mutilado frente a su colegio y luego había ido a su casa y había robado su identidad (se desconoce cómo supo dónde vivía Kayla). En la mañana de hoy Amelia había ido al colegio haciéndose pasar por una estudiante más del lugar y luego sin qué nadie se diese cuentas había asesinado una a una a cada persona que estaba en el establecimiento. La policía la encontró en el casino, desnuda y llena de sangre, con los ojos en blanco y murmurando cosas sin sentido. La policía la llevó a interrogatorio, pero ella no respondió nada, sólo se mantuvo en silencio y mirando al infinito. Sin qué nadie viese cómo lo hizo (la cámara del lugar no funcionó en ese momento), Amelia asesinó con un corte en el cuello al policía que la estaba interrogando y luego cayó al piso, retorciendose y gritando "Matar es libertad". La policía tardó en darse cuenta de qué ella era mi paciente fugitiva, ya que Amelia había teñido su pelo de café para ocultar su identidad, pero finalmente descubrieron quién era ella. Una vez aquí encerré a Amelia en un cuarto alcolchado de máxima seguridad y prohibí qué alguien se acercarse a ella. La paciente ahora permanece inmóvil en el piso, con los ojos abiertos de par en par, pero por seguridad nadie irá a confirmar sí está muerta, ella es muy peligrosa.

Amelia llegó cuando tenía cuatro años, tras haber asesinado a sus padres, presentaba claramente alusinaciones qué nunca se pudieron curar. Tras un tiempo en el hospital Amelia se quedó quieta, respiraba con normalidad, pero no se movía, estaba tranquila. Le realizamos muchas pruebas y exámenes, pero no pudimos determinar el origen de su enfermedad mental. El día en qué Amelia cumplió catorce años volvió a moverse, pero lo hacía de manera violenta y cinco claras intenciones de matar. Tuvo qué ser trasladada al cuarto alcolchado y ser sujeta con una cadena en su tobillo y una camisa de fuerza, pero ella se las ingeniaba para moverse y escribir con sangre en las paredes. Estuvo un año entero encerrada, cuando el día de ayer cumplió quince años logró escapar, y en un sólo día mató al rededor de quinientas personas. Amelia es una persona extremadamente peligrosa, actúa silenciosa y estratégicamente, mata sin qué nadie se de cuenta, por eso ella estará encerrada aquí para siempre, hasta qué muera y su cadáver se pudra, no se puede correr el riesgo de que ella escape nuevamente.

Sueño, Muerte, SangreWhere stories live. Discover now