Capítulo 6

70 6 3
                                    

Pasó más o menos un mes, un poco menos. Tomás y yo salíamos cada vez más y cada día me sentía más feliz y emocionada de estar con él. 

Mi papá me ofreció invitarlo a un paseo que haríamos hacia el norte. Iríamos mi papá, mi hermano, Tomás y yo, junto a otros amigos de mi familia. Comenzaríamos a viajar por la carretera muy temprano en la mañana, por lo que Tomás me pidió si podía llamarlo a penas me despertara, así cerciorarnos que no se hubiera quedado dormido. 

Sonó mi despertador, y abrí los ojos. Mi primer pensamiento fue: 'Hoy mi familia conocerá a Tomás'. No pude evitar ponerme un poco nerviosa. La noche anterior había cocinado algo para que pudiéramos comer durante el viaje, y mi papá iba a prepararnos café. Tomé mi celular, y me senté en la cama. Mientras me rascaba los ojos para despertar un poco, llamé a Tomás. Sonó l tono unos segundos y luego contestó.

-¿Aló?  -su voz sonaba muy ronca-

-Hola. ¿Estás despierto? ¿Realmente despierto? 

-Si. -rió- De hecho, desperté hace algunos minutos, pero esperaba que me llamaras.

-¿Dormiste bien? 

-Si, bien. ¿Tú?

-Bien, también. Oye, pasaremos por ti en una hora, ¿está bien?

-Si. Oye amor...

-¿Ah?

-Es que... e-estoy nervioso...

-Yo también. Pero no te preocupes amor. Yo sé que se llevarán muy bien, de verdad. El viaje será entretenido. 

-Eso espero. Me iré a duchar ahora. ¿bueno?

-Está bien. Nos vemos más ratito.

-Ok. Nos vemos, amor. 

-¡Chao! 

Después de pasarlo a buscar, comenzamos el viaje. Después de unas horas llegamos a una playa muy bonita en una caleta de pescadores. Era pequeña, y almorzamos ahí. El día pasó volando, entre conversaciones triviales y risas. Cuando ya estaba oscureciendo, comimos lo que había cocinado y tomamos café. Tomás y yo nos subimos al auto mientras el resto conversaba afuera, porque hacía mucho frío. En eso...

-Amor, ven. Saquémonos una foto. -dice Tomás, colocando la cámara en su celular-

-Nooo, ¡que vergüenza! Cuando me toman fotos así me pongo muy roja -digo, mirando la pantalla y notando que mi rostro ya estaba sonrojado-

-Te ves tierna cuando te sonrojas. Me gusta.  -dice entre riéndose y burlándose-

Nos tomamos un par de fotos que no me gustaron para nada porque se notaba mucho mi rostro sonrojado, pero él salía muy bien. Se hizo de noche y tuvimos que comenzar el viaje de regreso. Me estaba quedando dormida, así que aproveché y apoyé mi cabeza en su regazo, acomodándome para dormir un poco. No pude dormir mucho, pero aproveché a descansar con los ojos cerrados, mientras escuchaba como mi papá y Tomás conversaban de autos, motores y cosas que a ambos le gustaban mucho. Mientras escuchaba mi corazón saltaba un poquito de felicidad al pensar que ambos se llevaban bien. Para mi eso era importante. 

En un momento, muevo mi cabeza para mirarlo, así, apoyada en su regazo. Él nota que me muevo y también me mira. Me sonríe, y toma su celular. Teclea algo, y mi celular vibra. Lo miro, y noto que me mandó un mensaje. 

-Linda -con un emoji con corazones en los ojos- 

-Lindo - le respondo, sonriendo como loca y con el mismo emoji- 

Lo miro, sonrío y pienso: no puedo creer que estemos juntos. Mientras más lo conozco, mientras más paso tiempo con él, más me gusta. Él en muy poco tiempo se convirtió en alguien muy importante para mi. 

Nunca dejes de soñar | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora