Capítulo 15: cabeza v/s corazón

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▬El poema de la foto fue escrito por mi escritor español favorito: Cesar Ortiz.▬

El tema de todo esto es que... cuando alguien te hace daño, cuando alguien juega contigo, cuando alguien te falta el respeto, siempre hay algo en ti que cambia. Va en uno el saber aprovechar esto para que el cambio sea para bien. Hoy ese cambio lo veo en mi con mucha claridad, pero en ese tiempo no podía. 

Estuve mucho tiempo en una batalla interna que parecía inevitable: lo que decía mi cabeza v/s lo que quería mi corazón. ¿Les ha pasado alguna vez? Es una real mierda, la verdad.
Es como cuando hay algo en ti (sea algo pequeño o grande) que te dice que estás mal. Que te dice: «hey! stop! piensa en lo que estás haciendo.» «Heyyy, esto traerá consecuencias, y lo sabes!»

Pero, jooooder, es difícil pensar y tomar decisiones correctas cuando tu corazón también juega parte importante en todo. Cuando también tiene voz, y no duda en acelerarse cuando recuerdas momentos bonitos, o no duda en apretarse un poquito tan solo en pensar en no tener a esa persona que tanto quieres junto a ti. ¡Corazón traidor! ¿Qué acaso no estás cansado de sufrir? Pues mi cabeza es la que me dice que si, que es suficiente. Pero como dijo Selena Gomez en su tan acertada canción: "There's a million reasons why I should give you up, but the heart wants what it wants ♪" (Hay un millón de razones por las que debería renunciar a ti, pero el corazón quiere lo que quiere). 

Y cuando sientes tan fuerte, es muy muy difícil actuar con la cabeza y razonar en vez de solo dejarse llevar por los sentimientos. 

Casi al final de noviembre.

Con Tomás volvimos después de esa noche que salimos.  Comenzamos a estar nuevamente juntos, él jurándome que esta vez iba a ser diferente, y yo creyéndole. Me hizo feliz por un tiempo, sentí mariposas como las primeras veces... pero no era lo mismo. No era lo mismo y yo en el fondo lo sabía, pero no quería ver la verdad. 

Como mis papás no sabían que había vuelto a estar con Tomás y tampoco quería contarle a mis amigas, estábamos juntos ''en secreto''. Quizás todo eso fue innecesario, pero cuando sabes que todos te dirán que cometiste un error, que eres tonta por haberle creído, ''¡amiga date cuenta!'', etc, etc... prefieres dejarlo todo para ti. Sabía que estaba mal, pero le quería, y no podía evitarlo.

Me iba a su casa en la mañana después de mi primera clase en la universidad, era temprano y siempre nos quedábamos acostados en su cama mientras esperábamos que el día pasara para continuar con nuestras rutinas y nuestras clases. Tomábamos café y nos dábamos muchos besos. Algunos fines de semanas salíamos a la playa, o a algún parque a caminar y estar juntos. 

Pasó un mes, y de pronto ya era época de navidad. Esos días los pasé con mi familia en otra ciudad en el sur, y él se fue al norte a visitar a la suya. 

-Amor esta será la vez que estaremos más lejos el uno del otro, ¿lo habías pensado? -me escribió-

-Ohhh, ¡no!. Estaremos a más de mil kilómetros de distancia :( 

-Pero estaré pensando en ti. Nos veremos muy pronto, te echaré de menos.

-Yo también, amor. Un beso. 

Llegó el día de nochebuena, y le mandé un mensaje a mi pololo temprano en la mañana. Pasó todo el día, y entre que cuidaba a mi prima pequeña y me arreglaba para la cena, llegó la noche. Tomás no me respondió nada. Yo, en medio de la cena no podía evitar pensar en que se había enojado, que algo le había dicho que le molestó y simplemente me estaba ignorando, OTRA VEZ. 

Mi mente divagaba y yo solo quería que me llamara o respondiera, para calmar mis inquietudes. Al final me respondió a medianoche, deseándome feliz navidad y bueno, lo típico. Pero no podía evitar estar molesta, pensando que me había ignorado a lo largo del día. Él me aseguró firmemente que no fue así. No sabía que creer, me sentía extraña. Di todo de mi para dejarlo pasar. 

Volvimos a clases, eran los últimos días de diciembre y pasaba mis días en la universidad, terminando mis últimas pruebas. Las conversaciones con Tomás eran cada vez menos a lo largo del día, y yo me sentía cada vez más insegura. Sentía que todo se iba a repetir de nuevo. Sentía que me iba a volver a ocultar sus sentimientos, que no me hablaría. Me sentía muy mal... y aunque quería dejar de sentirme así, no podía...

Nunca dejes de soñar | CompletaWhere stories live. Discover now