Capítulo 7

68 5 8
                                    

''No importa el color del cielo. Quien hace mi día bonito, eres tú.''

El día 6 de junio fue importantísimo para mi.

Tomás me escribió el día anterior.

-Hola, amor. ¿Todo bien?

-¡Hola! Si, super. ¿Tú?

-Bien. Oye, ¿vamos a la playa mañana? Tengo algo que hablar contigo.

Cuando te dicen 'tengo que hablar contigo', inmediatamente piensas en las posibilidades de que algo malo pueda ocurrir. Esa seriedad no se da siempre, y es extraño.

-¿Hablar sobre qué? ¿Qué pasa? :S

-Nada malo, lo juro. Sólo acompáñame a la playa.

-¿Para qué? -digo, intentando recabar información. Tengo ciertas sospechas...pero me hago la loca-¿Aquí es donde me dices que practicas surf en secreto y me enseñarás?

-¡No! Jajaja. No te diré. Sólo ven conmigo, porfa.

-Obvio que te acompañaré. :) Pero, ¡dime! quiero saber jajaja.

-No te diré, no sacas nada insistiendo ;)

-:( bueno. ¿Mañana a que hora, amor?

-A las 3. Nos vemos :*

Llegó el día, e impaciente esperaba que me avisara que estaba afuera. Eran las 3:00... 3:15... 3:30... Decido escribirle.

-Oye, si tienes algo más que hacer no importa, de verdad. Nos podemos ver otro día :)

Luego de unos minutos me llega su respuesta.

-¡Noooo! Hoy. Tiene que ser hoy. Llego en 15 minutos.

Pasaron 20 minutos, y yo ya tratando de acostumbrarme a su falta de puntualidad... llegó y me subí al auto.

-¡Hola! -Me mira y me sonríe. Me da un beso corto-

-Hola... -lo miro tratando de estar seria. Tiene puesta una camisa informal pero muy bonita. Mmm. Esto es diferente, pienso.-

-¿Estás enojada? Perdóname de verdad, se me pasó muy rápido el tiempo. Iremos a la playa, ¿bueno? -dice él, hablando rápido pero sonriendo.

-Bueno, no importa. -sonrío- Te ves guapo, me gusta la camisa. -digo mordiéndome el labio inferior-

-Tu te ves hermosa, amor. -dice, dándome otro beso-

Mientras maneja, lo miro. No puedo evitar notar que se seca las palmas de las manos en sus pantalones. Está nervioso. Yo también, y expectante de qué haremos. ¿Qué habrá planeado?

Llegamos a la playa, y nos bajamos. Tomados de la mano me guía hacia la arena, y empezamos a caminar por la orilla de la playa. Casi ni conversamos, sólo caminamos y miramos el mar. El día está nublado, y al estar al lado del mar hace viento. No hace tanto frío, pero definitivamente está comenzando a ponerse más y más helado. Estamos caminando por orilla y de pronto miro hacia la izquierda y miro que en la arena hay un peluche pequeño. Sin siquiera alcanzar a pensar nada, digo:

-¡Mira! Un peluche.

Él no dice nada, pero me acerca a donde está el peluche en la arena. Yo no entiendo nada.

-Esto es para ti. -me dice, mirándome a los ojos y sonriendo. Su sonrisa es nerviosa, lo puedo notar.

-¿En serio? -digo, sorprendida. La verdad nunca imaginé que sería para mi. Lo miro y digo-Espera. Sentémonos.

Nos sentamos, y lo tomo de la mano. Lo miro, me mira. Sonreimos. Miro hacia la arena y puedo ver que además del peluche, hay una cajita con chocolates, un frasco de vidrio pequeño y con un papel café enrollado adentro.

-Ábrelo. -me dice.

Lo obedezco y tomo el papel. Lo desenrrollo y me doy cuenta que tiene palabras escritas a mano. Lo miro, y sonrío como tonta. ¿Lo escribió él? No puedo creerlo. Me mira, y me invita a que lo lea.

Amor. Desde que te conocí siento cosas muy bonitas por ti, y quiero invitarte a seguir siendo parte de esta historia juntos. No sé si es muy pronto pero es lo que siento. Por eso, quería preguntarte: ¿Quieres pololear* conmigo?

Termino de leer y lo miro sorprendida. Me mira, esperando una respuesta. Me encanta que sea así de tierno conmigo. Me encantaaaa, de verdad. Siento que soy muy afortunada. Nadie había hecho algo así por mi antes. Nunca, y que sea el primero lo hace sentir más especial aún.

-¿Y? ¿Que dices?

-¡Obvio que si! ¡Si! -le digo, y me acerco para darle un beso.

El beso al principio es un poco torpe, ambos estamos nerviosos. El beso comienza a ser más rápido, acercándolo con mis manos en su cuello, haciendo caricias. El me toma de la cintura. Cuando nos separamos por falta de aire, le digo:

-Me gustó mucho, de verdad, no sabes cuanto. Es muy bonito todo.

-Estaba nervioso por hacer esto. Creo que nuestra relación ha sido intensa, ya nos tratábamos como si fueramos pololos... pero sentí que era necesario pedirte pololeo igual. Tenía que hacerlo. Y no me arrepiento.

-Y-yo.. ¡Ay! Me encantaaa. Me encantassss, mucho mucho.

-Me gustas mucho, Alessa.

-Tu también me gustas mucho, Tomás. -creo que nuestras sonrisas no pueden más-

Empieza a hacer frío y los dos lo notamos. Y al estar en la playa, el viento y el frío es más intenso aún.

-¿Vamos a mi casa?

-Vamos.

Ese día lo recuerdo como si fuera ayer. Lo feliz que me sentía. ¡Estaba pololeando! No lo podía creer. A pesar de que ocurrió hace bastante tiempo...

Y ha pasado bastante...

*pololear: término Chileno utilizado para referirse a ser novia/novio. ¿quieres pololear conmigo? = ¿quieres ser mi novia?

Nunca dejes de soñar | CompletaWhere stories live. Discover now