♠5♠

2.6K 303 45
                                    

POV vegetta.

Tengo que admitir que pensaba en él constantemente. Sé que es un capricho, como lo fueron muchos otros.
Verlo encogido atrapado por mi, me provocaba excitación.
Deje de hablarle por mensajes, los celulares pertenecen a la escuela y los monitorean.
Trato de hablarme un par de veces, pero lo ignore cada vez.
Pero había una chica ahora.
Una chica que arruina todo.
Caroline, así se llama. Nieves, le dicen.
Es rubia, bajita con una piel blanca y ojos de color.
No me mira. Si estoy cerca de él tiembla pero se refugia en ella.
Es viernes treinta, hoy la mayoría iremos a una fiesta organizada por el instituto, este era mi momento.

°•°•°•°
¿Para que arreglarme tanto? La ropa sería un estorbo al final de la noche.
Willy me tomo del brazo diciendo tonterías que sinceramente no daban gracia pero igual me reía.
Habremos caminado unos diez minutos para llegar al lugar, una casa gris claro donde la música se podía escuchar desde cuadras antes de esta, luces led por todas partes pero mi vista se enfocaba en el chico de pelo blanco que besaba a la chica rubia.

—¡Buah macho! Hace calor.— Levanté mi voz mientras bajaba el cierre de mi suéter dejando ver una camisa lila pegada.
—Te vas a enfermar.— hizo que me volteara hacia él y empezó a subirlo de nuevo.

Ahora su vista estaba en nosotros. Sonreí por mis adentros mientras caminábamos a la entrada, voltee a verlos y guiñe el ojo.
Aunque no fuera de beber debo admitir que tome unos vasos de más.
El cuerpo lo sentía caliente. Me restregaba en el cuerpo de mi Willy mientras bailaba. Había momentos en el que tomaba el control y pegaba nuestros rostros a tal punto que casi nos besábamos.
De a poco la gente se nos fue pegando haciendo que nos juntaramos, que nuestros cuerpos se hicieran casi uno...
Mi osito me jalo con fuerza de la pista.

—¿Qué pasa contigo?
—¿A qué te refieres mi pequeño?

Hizo una seña para que lo siguiera al segundo piso.
Cerro la puerta de la habitación.

—¿Qué te pasa? ¿Eh?
—No tengo la menor idea a qué te refieres.—empine mi vaso rojo tragando todo el líquido que quedaba en ella.
—le guiñaste el ojo a mi chica y te pones a bailar con aquel.
—¿Hubieras preferido que bailará contigo?— camine hacía él.
—N... No es el punto.—retrocedio.
—Te enfadas porque le guiñe el ojo a tu chica...¿Quería que fuera para ti?

Azoto contra la pared y tapo sus ojos. 

—¿Por qué te tapas, osito? —susurre en su oreja.
—A... Alejate.
—Dame razones.—Mi mano viajo desde su nuca hasta la parte baja de su espalda.
—...—Destapo su rostro.
—¿Dirás qué no te atraigo?
—Haces que quiera odiarte.
—Yo odio que huelas a ella. 

Tomo mi rostro entre sus manos y lo acerco a él, una sonrisa se hizo ver en mi rostro; sin pedirlo, sin previo aviso puso sus labios sobre los míos.
Su ritmo era rápido, como si estuviera desesperado.

—Nunca te atrevas a decir algo de esto.—Dijo separándose de mi.
—Que te quede claro que me dejaste con las ganas.

Me dió un leve empujón y se fué azotando la puerta.

|||||||•|||||||•|||||||•|||||••

Nuestros colores.  {Rubegetta} 📌EN CORRECCIÓN📌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora