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POV Willy.

No soy tan ingenuo.
Atrapé a vegetta saliendo de la cama por la ventana después de la una de mañana, siempre volvía a las cinco e iba directamente al baño para salir de la habitación va las siete con quince.
Estuve semanas detrás de él en busca de la persona que lo tenía así.
No hace tanto él aún se acurrucaba conmigo en mi cama.
No hace tanto aún me decía “te quiero” al oído.
No hice nada malo, solo quería divertirme, es cierto que él era otro color y solo se cambió porque se lo pedí, pero no era para que fuéramos "novios", no quería eso y lo sabía a la perfección.

Cuando descubrí que la razón de que sus ojos brillarán, de que una sonrisa adornará su semblante como cuando yo le decía "mi niño", de que se tapara el cuello lleno de marcas rojas... Me volví loco, ¿Como se podía meter con un color? Claro lo había delatado pero nadie me había creído.

Más de una vez tome la iniciativa de tomarlo para mí de nuevo, siempre fui rechazado aunque no por completo. Me culpaba por hacerlo así, tan "mujeriego", pero solo había sacado lo que en verdad era, lo hacía tremendamente sexy.

—No puedo verte sabiendo que vuelves con las mismas personas.—menciono mientras arreglaba subcabeelo frente al espejo.
—Cierra los ojos y solo sienteme entonces.—pase sus manos por su torso y bese el cuello haciendo que se estremeciera. 
—Ya no estoy para juegos, Willy.
—Y yo no estoy para que me dejes por otra persona.
—Solo hago lo que tú me hiciste.

Nuestros colores.  {Rubegetta} 📌EN CORRECCIÓN📌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora