Nuestros colores. {Rubegetta} 📌EN CORRECCIÓN📌

♠20♠

POV Vegetta

Voy de regreso.
02:38am
✓✓

Bueno...
02:45am

¿Estás con alguien?
Por favor no mientas.
02:50am
✓✓

No, hoy no quiero.
Quiero estar contigo.
03:05am

Llegó en veinte minutos.
3:10am
✓

Era un desorden tu habitación.
Había olor a lavanda.
La cocina estaba limpia por lo menos. 
El living estaba desordenado, se notaba que alguien había estado aquí.

—Mi amor... —llamaste desde el baño.

Camine hasta donde estabas a paso lento.

—¿Si?

Tomaste mi mano. Me jalaste hasta la ducha. Abriste el agua, está nos mojo a ambos.

—Perdón... Soy un miedoso, esto me da miedo.
—Yo sé que no soy lo que quieres, chiqui.—tome su barbilla y la subí para que me mirase.—Pero estás atado... No soy nadie para tenerte conmigo.
—Es que... Hay muchas y muchos antes que yo.
—Ay chiqui. Yo no soy tu primer chico. Antes estuvo aquel Mangel, ¿No?—sonreí.
—Bueno... Sí... Pero... —sus pausas me volvían loco.
—Yo fuí y soy un mujeriego. Hay muchas personas atractivas, pero tú me cautivaste, pero no perderé.— acerque mis labios a su oreja.
—Te amo.
—Reí— no sientes amor... Pero también te amo.—susurre.

Lo bese y quite mi ropa mojada.

•°•°•°•°•°•°•°

—Estas conciente de que al entrar tú por tu camino y yo por el mío ¿Verdad?
—Si...—suspire.
—Te amo.—tome su mano y bese su frente.
—Te amo.

Entramos por la gran puerta de rejas color gris.
El corrió hacia su amigo.
Yo fui a dónde Willy.

—¿Qué pasa compañero?—sonrio haciendo que sus ojos fueran aún más pequeños.
—¿Qué pasa Willy?—replique.— Tanto tiempo sin verte.

Me dió unas palmadas en mi hombro y me ayudó con mis maletas.
Nuestra habitación tenía un poco de polvo, un mes fuera era mucho.

—¿Quién será tu nueva conquista este año?—mencione mientras limpiaba los escritorios.
—Tú.
—Ya hablamos de esto.
—No te miento, haré todo lo que este a mi alcance para tenerte de nuevo en mis brazos todas las noches, para poder saborear tus labios y sentirte mío.
—Soy mejor jugador que tú, y eso es una mentira, lo único que deseas es tener sexo.—lance el pequeño trapo color morado.
—Eso no estaría mal.

Me le acerque. Me subí encima suyo. Lo bese. Forcejeamos. Nunca había tenido el control cuando estuvimos juntos.

—Me perdiste en el momento que saliste con aquella peliroja.— me levanté.

Salí de la habitación en busca de Akira.

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