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^Dirty Dirty.^

Pov  Vegetta.

Me quedé helado por unos segundos al verla fijamente. Sus ojos azules eran penetrantes, sus facciones tan finas y delicadas eran hermosas.

—Mucho gusto señorita Caroline. Soy Samuel, líder del consejo de estudiantes. ¿Se encuentra el joven Doblas?— mi cara no tenía expresión alguna, había más personas viéndonos.
—Lo lamento, él salió hace unos minutos.— puso un dedo en sus labios y empezó a verme de abajo hacia arriba.
—Dígale que vine a buscarle, ¡Ah! Por cierto.— rebusque en mis bolsillo trasero. — tomé.— le di un papel color violeta con un sello rojo.
—¿Esto qué es?
—Esto es un instituto, las chicas tienen su propio dormitorio por muchas razones. Dos más de esas tarjetas por el mismo motivo y será suspendida.

Me aleje de la puerta a paso lento mientras escuchaba como la chica maldecia la situación.

°•°•°•°•°

—No sabes con quién estuve a noche.— mi compañero de ojos rasgados se lanzó a su cama.
—¿Y tú novia?— dije sin levantar la vista de mi libro.
—No era la indicada.
—Nadie es lo para ti.— una risa burlona salió de mi boca.
—Pero tú si lo eres.— bajo mi libro con su dedo.

Por instinto voltee a verlo, sus ojos hacían un viaje constante entre mis labios y ojos, la distancia la estaba acortando más rápido de lo que desearía.
Sus labios estamparon con los míos. Sus manos empezaron a viajar por mi camisa de botones tratando de abrirla desesperadamente.

—Ba... Basta Guillermo.— exigí entre sus besos.

Paro en seco y me empujó un poco.

—Que aburrido eres.
—Te gustan los retos, y yo lo fui en su momento, ¡Siempre has pensado que me tienes en la palma de tus manos!—hice puños mi manos.
—Mi amor... Aún lo estás.

La puerta dió un azotón. No pensaba quedarme un minuto más con él.

•°•°•°•°•°•

Puede que sean casi las dos de la mañana pero no soportaba más.
Me quite la ropa para solo quedarme en boxers y lanzarme a la piscina.
Me hundí. Mis ojos estaban cerrados y me sentía demasiado aliviado.
No pensaba en nada.
Me tomaron de los brazos alzandome hacia la superficie, ¿Quien será el tontito?

—¿E... Estás tonto o que, macho?— sonaba preocupado.
—Queria estar solo.
—¡¿Para matarte?!— me levanto la voz. 
—¿Qué te crees paes hablarme de esa manera?—me "deslicé" hacía él.
—Supongo que soy tu amigo.
—Los amigos no se desean.
—¿Quien dice que te deseo?
—La mano que está en mi abdomen... El cómo estás mirando mis labios esperando que te bese, mi pequeño.— mi mano derecha se encontraba en su nuca.

Se sumergió en el agua nadando hasta la otra esquina.

—Podras estar con Nieves, pero no puedes negarme que te gusto.
—Ni siquiera te conozco.—Su voz se elevó para que alcanzara a escuchar.
—Conoceme, pero...
—¿Pero?—me interrumpió.
—¿En serio quieres estar conmigo?— dije al estar a su lado.
—Necesito probar, porque tengo la curiosidad, pero en verdad me gusta nieves.
—No tiene porque saberlo... ¿El que se enamora pierde?— acerque su rostro al mío.
—El que se enamore pierde. —Acabo con la distancia.

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Debo admitir que toma un rumbo diferente que me agrada.

Yo no pensé que nadie le leería, es decir, no soy tan buena escribiendo JAJAJAJA, en fin, gracias. :')

Nuestros colores.  {Rubegetta} 📌EN CORRECCIÓN📌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora