Capítulo 21: Joshua

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Desperté sintiéndome cálido e increíblemente cómodo, mis brazos se sentían un poco rígidos, pero sonreí cuando vi el cabello blanco de Abby frente a mí. 


Estábamos acurrucados de cucharita y no pude evitar pensar que esta era la segunda vez que despertaba con ella entre mis brazos. 


El despertador no había sonado y fue entonces que caí en la cuenta de que era sábado y no había que levantarse temprano para ir a trabajar. Joder, sí. Estaba acostumbrado a despertar temprano y un rápido vistazo al reloj que estaba en la pared de abajo me dijo que eran cerca de las ocho de la mañana. 


Recordaba a Abby despertándome anoche, recordaba cómo se había visto de pálida y no dudé ni un segundo en ir con ella y envolverla en mis brazos para que pudiera dormir, pero no fue hasta que comencé a acariciar su cabello que ella finalmente cayó rendida en los brazos de Morfeo.


Cualquier pensamiento fue alejado de mi mente cuando Abby se removió contra mí y no pude evitar apretar los labios por el latigazo de electricidad que causó a lo largo de mi columna vertebral. La sensación fue directo a mi parte más sensible y tuve que ahogar un jadeo. Ni siquiera fui consciente del momento en que me excité, pero esa era una reacción común en mí cada vez que estaba cerca de Abby. La había estado deseando desde el momento en que la vi caminar hacia mí y eso no se había detenido, no se había evaporado con el tiempo.


Bien. Iba a comportarme y alejar cualquier pensamiento sucio de mi cabeza, empezando por levantarme y alejarme de la tentación que era tener a Abby entre mis brazos mientras estaba terriblemente excitado. Sí, necesitaba abortar esta misión como para ayer.


Me levanté con cuidado de no despertarla y bajé rápidamente hacia la cocina para poner a hervir agua mientras me metía al baño y vaciaba mi vejiga. 


Mi estómago rugió de hambre cuando saqué la bolsa de pan para meter un par de rodajas en la tostadora. 


Cuando tuve la mesa lista con el desayuno, subí a despertar a Abby. Ella estaba acostada boca abajo, con sus brazos debajo de la almohada y su rostro mirando hacia mi lado deshecho de la cama. 


—Abby, despierta. – Ella se quejó mientras escondía su rostro entre las almohadas, no pude evitar sonreír y sentarme a su lado. – Vamos, cariño, el desayuno está listo y no queremos que se enfríe. 


— ¿Desayuno? 


—Ajá... 


Abby abrió sus ojos, viéndose increíblemente adormilada aun. 


— ¿Me preparaste el desayuno? – Asentí y ella sonrió. 


—Eres el mejor. 


—Lo sé. Levántate o te arrastraré fuera de la cama. – Me puse de pie y no pude evitar darle una palmada en el trasero por encima de las mantas. Abby ahogó un grito de incredulidad. 


— ¡Josh!


—Esa ha sido la primera advertencia, Abby. – Dije sonriente.


Bajé nuevamente y ni cinco minutos después apareció Abby, su cabello estaba peinado en una coleta desordenada, su rostro ligeramente rosado y húmedo y una sonrisa en sus labios cuando se sentó frente a mí en la mesa. 


— ¿Qué tal dormiste? – Pregunté llevándome la taza de café a la boca. Ella asintió mientras mordía una tostada con aguacate. 


—Bien. Tu cama es muy cómoda y el oso de peluche que apareció después también. – Le fruncí el ceño al escuchar ser comparado con un peluche para dormir. 

Conociendo lo que es el Amor (Amor en Boston #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora