oh boy! | minsung

𝐢𝐢𝐢

"Felix, ve a por las bebidas."

Felix giró la cabeza hacia su amigo con una sonrisa. "¿Por qué no vas tú, Jisungie?" Su voz tenía un tono de burla. Jisung rodó los ojos pero su sonrojo sobresalía.

El castaño miró a su amigo australiano y suspiró. "Por favor, Felix~"

Felix rio y se levantó de su asiento, removió el pelo de Jisung antes de ir hacia el mostrador. Jisung vio como Felix agarraba las bebidas, y podía prometer que había visto como el rubio le susurraba algo al barista, pero probablemente estaba imaginando cosas.

Cuando Felix estaba de nuevo en la pequeña mesa Jisung pudo ver una pizca de pillería en sus ojos. El castaño gruñó y sujetó su cabeza con sus pequeñas manos.

"Oh dios, Felix, ¿qué has hecho?"

Felix sacudió mínimamente su cabeza con una sonrisa dulce. "Oh, nada querido amigo, ¿pero quizás debería sugerirte que leas lo que hay en tu vaso?"

Esto causó que Jisung levantara su cabeza hacia la bebida, agarrándola rápidamente. "¿A qué te refieres, que lea mi vaso?"

Sus ojos pararon de buscar cuando encontraron unas palabras enfermamente dulces escritas por la copa.

Para un chico tan dulce como su bebida, o incluso más ;)

El joven casi tiró su té debido a la sorpresa, el sonrojo cayó sobre sus rasgos, hasta la punta de sus orejas.

Miró a su amigo muy conmocionado. "¿Él ha e-escrito esto?"

Felix encogió sus hombros, una sonrisa se posó juguetonamente en sus labios mientras que sus ojos se dirigían directamente al barista. Los iris color chocolate de Jisung siguieron la mirada de su amigo, sorprendiéndose de ver como el encantador barista ya lo estaba mirando a él.

Jisung se ruborizó e inmediatamente miró sus manos, pero no fue antes de que el chico le guiñara el ojo.

"Creo que le gustas, Jisungie." Felix molestó a su amigo, una diminuta sonrisa se mostró en los labios del castaño, pero mantuvo su cabeza baja para que el australiano no la pudiera ver.

"Lo que s-sea, Felix. ¿No habías dicho que tenías clases? Deberíamos irnos."

Jisung se movió con rapidez, cogiendo su bebida sin tocar y empujando su silla. Felix lo siguió al instante, intentando mantener el ritmo de su amigo sonrojado.

Mientras los chicos salían de la tienda Jisung miró al barista, simplemente trataba de leer su nombre.

Minho.

El más joven sonrió y tan pronto como había acabado de leer el nombre apartó la mirada, con miedo de que Minho se diera cuenta de que lo miraba.

Y quizás ya lo había hecho, pero Jisung no tenía porque saberlo.