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Jisung sentía que se iba a desmayar. Realmente podría haber colapsado en el suelo de la cafetería y dejar que su alma abandonara su cuerpo. ¿Por qué razón en el mundo el chico más caliente del universo le preguntaba por su número? Se preguntaba el chico con un parecido a las ardillas, con sus ojos abiertos y sus mejillas sonrojadas.

Cuando Jisung se dio cuenta de que había estado un minuto paralizado por la sorpresa intentó recuperarse y sacudió su cabeza. "E-está bien, te daré mi n-número."

El mayor sonrió y el castaño estaba bastante seguro de que había muerto y entrado al paraíso. ¿Quién le había dado el derecho de ser así de hermoso?

Después de teclear su número en el teléfono de Minho mientras temblaba agregó su contacto como Jisung. Le devolvió el teléfono y agarró el americano del mostrador.

"M-me debería ir, Felix me está e-esperando." Jisung quería golpearse a sí mismo por tartamudear tanto.

Antes de que el chico de cabello azul pudiera responder, Jisung se estaba escapando de la tienda, volviendo al apartamento que compartía con Felix.

"¿Ooooh, Jisung se ha conseguido a un hombre!" Felix molestó al castaño tan pronto como le contó sobre los acontecimientos que habían tenido lugar poco antes. Jisung gruñó y posicionó sus manos en la mesa, sonrojándose fuertemente.

"¡No es eso, Felix!" Se quejó, pisando con su pie de una manera adorable, el rubio rodó los ojos con las actitudes de su amigo.

"Le diste tu número de teléfono, Sungie. Ese es el primer paso para conseguir un hombre."

Jisung rodó los ojos y se cruzó de brazos. "¿Y se supone que me debería fiar de ti, cierto? ¿Cuánto tiempo llevas suspirando por ese chico? ¿Se llamaba Changbin, verdad?"

Felix sacó su lengua y Jisung hizo lo mismo, los dos eran muy infantiles cuando se trataba de discutir.

Terminando su americano, Felix se levantó de la mesa. "Lo que sea, Jisung, tengo que ir a clase. No chilles mucho cuando ese barista te escriba, ¿de acuerdo? Los vecinos se quejarán."

Jisung le enseño su dedo anular, porque era un niño demasiado bueno para sacar su dedo corazón, y Felix hizo lo mismo mientras agarraba su mochila y salía del apartamento, dejando al chico observando a su teléfono impaciente.

Ahora, esperamos

oh boy! | minsungWhere stories live. Discover now