Concubina Mu: Un Anhelo Gentil (Extra)

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Él aún era muy pequeño pero aún así hacía su mejor intento. Por ella realmente valía cualquier dificultad, sin importar si se cortaba o si se quemaba. Ella lo valía, una gran madre y una mejor mujer. Una muy buena en verdad. La mejor mamá que un pequeño Mu Qing hubiera podido desear. Era una mujer muy buena, muy dulce y con un carácter firme; verdaderamente admirable, de gestos gentiles y afecto sincero.

Además, mama era excelente cocinera, Mu Qing sabía. La ayudaba a cocinar desde que tenía memoria por eso es que él podía recordar casi con precisión como preparar cada plato. En realidad, Mu Qing ayudaba en todo a su madre desde que habían quedado solos.

Su padre era un pecador y por tanto había sido decapitado. 

Mu Qing recuerda aún las veces que su madre sonreía con normalidad a pesar del mucho dolor que podía llegar a sentir, una especie de coraza inquebrantable, incapaz de derrumbarse frente a otros. Mu Qing a veces entraba incauto a la habitación y ella dejaría de sollozar al instante, componiendo una sonrisa instantánea que llegaba a sus ojos, como si lo único que necesitase en la vida para ser feliz era la presencia de su pequeño niño.

La primera vez que Mu Qing lo notó fue durante una noche en la que tenía pesadillas. Se despertó con miedo y su primer instinto fue buscar a su madre pero la imagen que encontró lo impactó. Ella había estado cosiendo hasta tarde, las telas con las que había trabajado habían resbalado a su regazo y su cuerpo se había desplomado sin cuidado sobre la mesa de costura. Ligeros sollozos erráticos junto con su respiración agitada llenaban la habitación. Si Mu Qing no hubiera ido a buscarla jamás se habría dado cuenta.

Ese día Mu Qing entendió que si una persona se esforzaba por ocultar su dolor y ofrecer lo mejor de sí misma, entonces él no era quien para hurgar en dicha  intimidad. Ese día, hacía tantos años atrás, Mu Qing sólo pudo volver a su habitación y soportar su propio dolor en silencio. Ese día mientras lloraba en solitario sin ser capaz de compartir su dolor, pensó que su madre era realmente muy fuerte. 

Las personas más fuertes, pensó Mu Qing, necesitaban que les recordasen lo especiales que eran. Por eso, Mu Qing decidió hacer algo especial para alguien especial. 

Una pequeña figura de túnicas blancas correteaba sin zapatos de aquí para allá. Su corazón corriendo acelerado con temor a que su madre fuera despertarse antes de que él terminara. Un tazón aquí, un cuenco por allá y una cuchara de palo tirada en el suelo por algún motivo que a Mu Qing le daba vergüenza explicar. 

Un pastel de hojaldre con relleno de pollo y frijoles negros, te verde con limón, fresas frescas y muchas flores adornando la bandeja. La figura se desplazó de la cocina a la habitación principal con una bandeja. 

Cuando Mu Qing entró en la habitación su madre estaba sentada sobre la peinadora, su cuerpo cubierto por una túnica color lavanda de segunda mano, su cabello estaba siendo peinado en un alto tope. Una larga cola de cabello claro, rasgos exóticos de un lugar desconocido. 

No había ningún lujo en su persona, ni joyas, ni adornos, ni maquillaje. Incluso la tela de su túnica parecía opaca pero había algo inherentemente hermoso en su apariencia. Quizás la forma en que la túnica se acentuaba en su figura. Quizás porque el diseño del vestido era distinto a lo acostumbrado. O quizás porque el amor de Mu Qing era demasiado grande. Pero de alguna forma él sentía que ella brillaba, resplandeciente como una gema.

Quizás un zafiro o una esmeralda.

Su piel era suave, sus manos eran pequeñas, su nariz era delgada y sus pómulos altos. Sus facciones afiladas y sus labios rosados. Si tuviera una expresión seria se vería cruel y desinteresada pero en cambio su semblante era siempre noble y carismático. Su figura en general portaba un aura de majestuosidad. No la clase de majestuosidad que te hace doblar la rodilla y jurar lealtad. Más bien la clase de alturismo que te hace detenerte dos veces a pensar si la persona frente a ti es siquiera humana. 

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⏰ Last updated: May 14, 2020 ⏰

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Concubina Mu Y Otros Cuentos.Where stories live. Discover now