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— ¿Avisaste a que hora pasaríamos por ellos? —

Mientras caminaban por el pasillo que llevaba a la recepción de la escuela, Fukuzawa se limitaba a asentir como respuesta a la pregunta hecha por Mori — Hoy vinimos más temprano — agregó el doctor.

Fukuzawa volvió asentir, mientras abría la puerta y dejaba pasar Mori, para su nula sorpresa la única que estaba en la recepción era la asistente Tsujimura Mizuki — Buenos días — saludó la chica — Llegan temprano, tomen asiento, ¿Les traigo un café? —

— Es muy temprano para café — dijo Mori — Mejor tráeme un whiskey — Tsujimura que ya estaba con la cafetera en la mano se detuvo en seco volteando a ver asombrada a Mori que se sentaba estrepitosamente al lado de Fukuzawa — Y a él, mejor un té verde Mizuki kun — la chica asintió y desapareció por una puerta al lado de su escritorio.

— ¿Whiskey a esta hora? — preguntaba Fukuzawa con una cara nada sorprendida.

— Siento que me va a hacer falta —

— ¿Ah sí? —

— ¿Ves a tus hijos por algún lado? ¡¡¡Un mes Yukichi!!! ¡Un mes tiene que no los vemos, y por más que les decimos, rogamos y pedimos que estén a tiempo, el único día que podemos pasar juntos, siempre llegan tarde, pareciera cómo si no nos quisieran ver! —

Fukuzawa se limitaba a dar palmaditas en las manos de Mori, intentando transmitir su apoyo moral — Deben estar ocupados — lo consoló el mayor.

— El mes pasado apenas y nos pudimos reunir después de medio día porque Ranpo estaba desayunando, Yosano aprovechó meterse a su club y Dazai no se despertaba y lo peor es que ni tres horas completas pudimos pasar con ellos en la casa, todo porque a la niña se le olvidó refrigerar sus muestras clandestinas de sangre y los tuvimos que regresar temprano —

— Están creciendo, es normal que sus prioridades cambien —

— ¡No quiero crezcan más! Además, nosotros nunca hemos estado dentro de sus prioridades, cada vez que sobornamos a uno para que llegue a tiempo, los otros dos lo sabotean todo —

— Si, tienen mucha energía —

— Yukichi, no seas así...

Mori veía a su esposo, a punto de derramar una lágrima frente al despliegue de estoicidad que mostraba Fukuzawa ante el alejamiento y desinterés de sus hijos, cuando Tsujimura se apresuraba a salir de la mini alacena de alado bandeja en mano, entregándole a Mori su vasito de whiskey y el té verde a Yukichi. — No se preocupe Mori sensei — dijo la chica regresando a su escritorio, los otros dos no deben tardar en llegar —

— ¿Otros dos? — preguntó Mori antes de darle un sorbo a su bebida.

— Dazai kun me pidió que les recordara a sus hermanos la hora de salida, no deben tardar en llegar —

— ¿Y dónde está Dazai? — volvió a cuestionar Mori sorprendido, entre tos y ardor causado por tragar mal el alcohol.

— Acompañó a la entra a su amigo albino — respondió Tsujimura.

— ¿No fuimos los primeros en llegar? — cuestionó Fukuzawa. Cómo pensaba, habían llegado muy temprano.

— No, Shibusawa san llego hace media hora a recoger a su hijo —

— ¡Yukichi, podemos venir antes por ellos! — interrumpió Mori.

— No, sólo esperaríamos por más tiempo — le contestó a su esposo cambiando rápido de tema — ¿Dazai no ha regresado? — preguntó Yukichi a la chica.

CandyWhere stories live. Discover now