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Parte 1.

— Te alcancé — el chico respiraba entre cordatamente y hablaba muy bajito, por poco y llegaba tarde.

— ¿Qué quieres? — preguntó la pelirroja.

— Bueno — dijo recuperando el aire — Te dejé de ver por el pasillo, así que tuve que correr para encontrarte, ¿Podemos hablar? —

— Tenemos entrenamiento —

— Tu amiga Louisa san...

— No vendrá —

— Entonces... ¿Podemos calentar juntos? —

La chica hizo un gesto de recelo, pero al final aceptó, Gin y Higuchi ya estaban juntas y al final sus otras opciones eran mucho peor, entre los Tanizaki y los tres hermanos locos que formaron el equipo, era preferible juntarse con el chico del corte raro.

Después de la cancelación de las clases por el "humo verde del amor", como lo llamaron algunos alumnos, Kouyou junto con otros maestros, aprovechando que las clases obligatorias se retrasaría, y decidieron reponer las prácticas de la tarde, temprano en la mañana, dándoles la sorpresa al equipo de porristas, de que había conseguido un salón fijo para sus entrenamientos.

— Usaremos el salón de danza — se expresó feliz la entrenadora.

— Esto es lo peor — se quejaron al unísono Ranpo y Dazai, sentados con las piernas estiradas, mientras trataban de tomar la punta de sus pies con sus manos.

Fallando miserablemente.

— ¿Por qué tengo que calentar? Soy el manager o algo así — le reclamó Ranpo a Kouyou.

— De ahora en adelante todos los miembros del equipo haremos un calentamiento — explicó Ozaki, Ranpo estaba por quejarse de nuevo — No importa que rol cumplan, nos dará un sentimiento de unidad — lo interrumpió.

— Mi brazo no se siente bien — se intentó escuchar Dazai.

— Yo te ayudaré — intervino su hermana, rápidamente poniendo ambas manos sobre la espalda de Dazai, ejerciendo una ligera presión, sacándole un quejido de dolor a su hermanito.

— Recuerden tomar las medidas a sus compañeros, de todo lo que pedí, en un mes se medirán de nuevo, para llevar registro del progreso —

Un quejido unísono hizo eco en el espacio, dándole gran satisfacción a la entrenadora.

— ¿Y bien? — habló la chica pelirroja.

— Lamento los malentendidos que hemos tenido, ¿Podemos empezar de nuevo? Una vez más — el chico parpadeó un par de veces con afán de parecer tierno, Kyouka le había dicho que lo era.

— No hagas eso, es extraño —

— Lo siento — se detuvo de inmediato — Mi nombre es Atsushi —

— Lo sé —

— Tu eres Lucy san —

— Sé mi nombre — contestó la pelirroja.

— Claro — se sonrojó Atsushi — Lucy san ¿Eres amiga de Poe san? —

— Si — respondió Lucy, mientras anotaba las medidas de Atsushi — ¿Por qué? —

Atsushi, para la sorpresa de algunos, era bastante flexible y fue el único de los chicos que pudo llegar a la punta de sus pies sin problemas, pudiendo pegar sus rodillas a su pecho.

— ¿Puedo preguntar por qué no eres parte de su club? —

La pelirrojo lo observó atónita — No estarás pensando en unirte ¿o sí? —

CandyWhere stories live. Discover now