R

911 126 48
                                    


Las clases de la mañana había concluido, los alumnos estaban esparcidos por los pasillos, alguno en la biblioteca, otros de camino a sus habitaciones o clubes. Atsushi por su lado, corría a encontrarse con Chuuya, para ir a su primera clase en el club de Kyudo.

— Estoy algo nervioso, Chuuya san —

— No lo estés — fue la seca respuesta del pelirrojo.

— Si Atsushi kun, relájate — agregó su acompañante.

— Dazai san — lloriqueó el menor.

— ¿Por qué sigues aquí? — suspiró Chuuya, más resignado que molesto, ya que desde la mañana Dazai no se le había despegado y ahora los seguía hacia su club, de cual por cierto no era parte.

— Obviamente chibi, vengo a darle ánimo a Atsushi kun —

— Seguro — bufó Chuuya — Y no para acosar a nuestro entrenado —

— Pues resulta que su entrenador, también es mi amigo — dijo Dazai con mucha dignidad — Pero te repito que, sólo vine a dar ánimos, por si no lo sabes, eso es lo que hago, por eso soy el capitán de porritas — terminó con una sonrisa.

Al ver que Chuuya lo ignoraba por completo, Atsushi aprovechó para hablar de nuevo, con cada paso que daban se sentía más presionado — Gracias por el apoyo Dazai san, pero no me está ayudando —

— No temas Atsushi kun, es muy simple, sólo apunta, respira y dispara—

— No lo sé Dazai san, parece falso —

— Aun con ese pésimo consejo, tiene razón — Intervino Chuuya — El bastardo lleva años practicando Kyudo —

— ¿De verdad? No lo sabía — dijo Atsushi sorprendido, a pesar de sus años de amistad con Dazai y los demás, le faltaba mucho por conocer de sus amigos — ¿Por qué no eres parte del equipo? — preguntó.

— No me interesa la competencia — Dazai se alzó de hombros.

— Llegamos — volvió a hablar Chuuya — Vete —

— ¡Chibi! — se quejó el castaño — Sigo hablando con Atsushi kun y llegamos temprano —

— No importa, debemos cambiarnos y arreglar el espacio —

— Yo te puedo ayudar a cambiarte — dijo alzando las cejas, acercándose lentamente a Chuuya, que lo recibió con la palma de su mano, impidiendo que se acercara más a él.

— Largo — repitió el pelirrojo — Vamos Atsushi entremos, o este sujeto no se irá —

— De acuerdo, lo veré cuando la práctica acabe Dazai san — se despidió el albino con una reverencia.

Dazai que contenía un puchero causado por las palabras de Chuuya, — ¡Yo sólo quería ayudar, pero está bien, me saludan a Akutagawa! —dijo indignado dándoles la espalda.

Atsushi palideció — ¿De que hablghh? — intentó decir, siguiendo los pasos del castaño que se alejaba, pero fue detenido por la mano de Chuuya, que lo sostenía del cuello de su camisa, cortándole la respiración.

— Chicos, ya están aquí — salió Ango a recibirlos — Odasaku sensei está dentro —

— ¡Ango! — habló Dazai regresando sobre sus pasos.

— Entremos —insistió Chuuya y, sin soltar el cuello de Atsushi, lo llevó hasta los vestidores, dejando atrás a Ango y Dazai.

— Dazai kun ¿Intentarás colarte a la práctica de nuevo? —

CandyWhere stories live. Discover now