*Especial de Halloween*

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~ Yukichi ~ se escuchaba la cantarina voz del doctor a través del corredor que llevaba a la oficina del mayor, ambos tenían el día libre y habían decidido quedarse en casa a descansar.

— Yukichi — repitió Mori — ¿Sabes qué día es hoy? — preguntó asomándose desde la puerta.

— 30 —

— ¡Si! — gritó animándose a entrar de prisa, para luego sentarse sobre el escritorio, llevaba dos grandes libros con el — Mañana veremos a los niños — dijo feliz.

— ¿Qué planeas? — cuestionó Fukuzawa. Conociendo a su esposo sabía que tenía algo planeado para esa fecha.

— Nada en especial — contestó con un suspiro el doctor — Es sólo que han crecido tanto que pensé que sería lindo ver sus fotos de bebés —

— Aja...

— Este año tampoco nos pidieron ayuda para escoger sus disfraces — volvió a suspirar tristemente el doctor, provocando compasión en su esposo que lo confortó con leves palmaditas.

— Es normal —

— ¡No quiero! — se quejó Mori, abriendo uno de los libros exponiendo un montón de fotografías — Mira que lindos se veían de chiquitos — dijo mientras tomaba una foto de sus tres hijos de bebés todos vestidos igual.

Eran tres dragoncitos, Mori vestía con un vestido azul y usaba una distintiva y larga peluca platinada, mientras Fukuzawa usaba una peluca igual de larga pero negra y trenzada — El primer año que ya los teníamos a los tres, puede ser la madre de los dragones — sonrió — Y mira esta, fue el año en el que Akiko escogió su primer disfraz —

— Si, recuerdo todo el drama —

— ¡No fue mi culpa! — se escusó Mori.

— Si lo fue, todo el drama lo causaste tú — lo acusó Fukuzawa.

Ese año Mori había decidió que los niños serían príncipes y Akiko la princesa, Yukichi el dragón del castillo y Mori el hechicero, pero resultó que la niña no quiso usar el vestido y prefirió usar un traje de príncipe como sus hermanos. Mori lloró por tres horas, hasta que Fukuzawa se cansó, se deshizo del vestido de Yosano y se fue con sus tres hijos príncipes a pedir dulces, después de recorrer las primeras casas Mori los alcanzó con un humor renovado, diciendo que el siguiente año sería diferente.

Pero el año siguiente tampoco fue como lo esperaba, puesto que Ranpo y Dazai también se negaron a seguir el tema que había escogido su padre. Mori quería que fueran ángeles, pero Ranpo quería ser un helado y Dazai se empecinó en que quería ser un fantasma, Yukichi de nuevo decidió no meterse hasta el último minuto, convenciendo a su hija de que se disfrazara de doctora, lo cual solucionó el problema de un Mori depresivo.

Pero el peor año fue cuando sus hijos se enteraron del sobrenombre de Fukuzawa y los tres quisieron ser lobos.

— ¿Qué crees que hagan este año? — preguntó Mori pasando las fotos.

— No estoy seguro y eso me pone nervioso — contestó Yukichi.

— Dazai — dijeron los dos al mismo tiempo.

En el festival del año anterior, ambos padre se encontraron con la sorpresa de que su hijo menor había decidido ser una momia y no usar nada más que sus vendas. Después de unos minutos en la oficina de Taneda, se acordó que Dazai debía usar algo "más apropiado" que le cubriera adecuadamente sus partes nobles, o de otro modo, se le sería negado regresar al festival.

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