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— ¡Mi bebé! —

Después de la llamada de emergencia por parte de Taneda, Tsujimura intentaba sin éxito contener al doctor, mientras este armaba una escena en la recepción — ¡Mori sensei! —

El director sabía que era un moviente arriesgado, en su lugar, hubiera preferido hacer lo mismo que con el incidente del brazo de Dazai, pero en esta ocasión, necesitaba a ese padre de familia como profesional de la salud, pues lo más adecuado sería que, si algún alumno tuviera algún daño, fuera tratado en el hospital del doctor Mori.

— ¡¿Dónde está?! —

— ¡Mori sensei, todos sus hijos están bien! — gritaba la recepcionista — Son los chicos en la enfermería a los que tiene que ver —

— No veré a nadie si no veo a mi bebé primero —

— Mori sensei — reprimía Tsujimura — Su hija está bien —

— Si mi marido se entera, seguro los saca de la escuela, ¿Eso quieres? —

— Mori sensei cálmese por favor —

— Tráeme a mi bebé —

— Está bien, iré por su hija...

— Los niños también — le exigió.

Una de las puertas se abrió — Gracias por venir con tanta premura Mori sensei — decía Taneda entrando en la recepción, había escuchado el escándalo del doctor desde el pasillo — Lamento hacerlo esperar, venga conmigo, por favor — Taneda abrió la puerta y espero a que el otro pasara, antes de dirigirse a su asistente — Tsujimura san, estaremos en la enfermería, mande ahí a los niños —

Tsujimura asintió.

— ¿Entonces tu no estabas ahí? —

— Rintarou ya te lo dije cinco veces. Yo estaba fuera y fui por Katai cuando vi que Kunikida se metió a buscar a Kaji —

Mori suspiró inquieto tras oír la respuesta de su hija — Aun así, creo que será mejor que me los lleve a casa —

— ¡No! — se negó la chica — Te pidieron que revisaras a esos tipos, y desde que llegué no te me has despegado — Mori estaba por protestar — Así que, si no haces lo que te piden, le marcaré a papá —

— Tu padre está ocupado —

— Entonces no hay que molestarlo —

Con un puchero Mori se apartó de su hija.

— ¿Y bien? — preguntó el director.

— Lo que sea que hayan inhalado no lo sabremos hasta que tengamos los análisis, aún así sus organismos desecharán las sustancias, en cuanto a su sistema respiratorio habrá que hacerles al menos una nebulización, para desinflar sus vías respiratorias —

— Entiendo —

— Pero están bien, será un procedimiento de pura precaución —

— Es un alivio —

— Mandé a traer el material, en cuanto lleguen les realizaré una nebulización y estarán listo, aunque es preferible que no hagan esfuerzos que los agiten el resto de la semana —

— Se lo agradezco Mori sensei —

— Será otra de mis donaciones — Mori sonrió ampliamente, causándole un escalofrío al director.

Era un contrato implícito, en el que, mientras más dinero invirtiera en la escuela, mayor poder y beneficios tendría, como llegar a hacer un escándalo sin ser reprimido — ¿Dónde están mis niños? —

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