9-Prohibido

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Todavía estoy un poco en estado de shok con lo que me contó Hayli, me encanta lo aguerrida de esta muchacha, ha salido adelante pese a todo.

-Parece que la noche estuvo buena y dime, voy a ser tío.- ríe Sebas sacando leche de la nevera.

-Idiota.- le lanzo una cuchara.- Fuimos a una fiesta, me encontré con Hayli.

-Que genial.- se sienta a comer a mi lado.

-Esa chica es todo una luchadora, cada día me sorprende más.- tomo leche.

-De qué hablas.- busca un vaso.

-Ha pasado por mucho, pero bueno, hoy vendrá a hacer un trabajo, por si estoy arriba le abres la puerta porfa, es que con los audifonos no escucho.

Asiente comiendo pan.

Justin llega con unas ojeras inmensas, pobre cara.

-Otro más que salió de fiesta.- se cruza de brazos.

-No me llamo Bella, estudié hasta muy tarde, me duele la cabeza.- se queja tomando agua.

Le levanto mi dedo medio, la verdad es que la que más sale de fiesta soy yo.

-Te comprendo, yo me desvelaba estudiando en Portugal.

-Menos mal yo todavía no estoy en la Universidad.- levanto mis brazos celebrando.

-Ya te va a tocar y muy pronto hermanita.- se gana a desayunar con nosotros.

Pongo cara de amargada, de sólo pensarlo me pone mal.

-Aprovechando que estamos los tres juntos, no creen que es buena idea que tratemos de ser unidos con los mellizos.- pregunta Sebas.

-Por mi parte está super bien, hoy estuve conversando un poco con Aitana, la verdad se parece mucho al carácter de Bella, son bien frías.

-Mira yo trato de conversar y no puedo.- levanto mis hombros.

-Almenos intentemos, somos hermanos, ellos no tienen la culpa de que nuestros padres sean así.

-En eso Sebas tiene razón, no tenemos por qué tenerles rencor a ellos, así que Bella, sé una buena hermana.

-Daré lo mejor que pueda.- lavo la loza que hemos ocupado.

Subo a mi habitación, ni siquiera llegamos tan tarde par el dolor de cabeza que tengo, me tomo un paracetamol, algún efecto tendrá que hacerme, me dejo llevar por la música cantando y bailando recorriendo el lugar, me siento muy sola, hay un nudo en mi pecho que no logro desprender, es como cuando te enamoras y andas con el miedo de perder a esa persona, siento la necesidad de querer a Hayli como una hermana, una verdadera amiga que me apoye en todo. Más con lo que me ha contado.

Narra Hayli

Seco mi pelo, me pongo un short negro, polera de tiritas blancas y una chaqueta encima junto con mis zapatillas, aplico maquillaje rápido, lista para ir a la casa de los Cavinski, no quiero encontrarme con Sebas pero a la vez si quiero.
Oscar me ha pasado su auto, así que voy manejando con calma, no quiero dañarselo, el dinero no crece de los árboles. Ni por más que se diga que el dinero no hace la felicidad, si la hace, si no tienes dinero, no hay que comer, no hay donde vivir, sufres sin el miserable dinero. Pensar que gente mata por conseguir un par de pesos.

**
Luego de 30 minutos de viaje estoy parada frente a la casa de Bella, me abre Hakan, esos ojazos azules son hermosos.

-Está arriba en su cuarto, te está esperando.- me deja pasar.

-Gracias.- subo las escaleras con mi mochila a la espalda.

Río al verla cantando como en un verdadero concierto. No se da cuenta de mi presencia, continúa hasta que se acaba la canción, se da vuelta y me ve.

-Hace cuanto que estás ahí.- se pone las manos en el rostro.- Que vergüenza.

-Tranquila, yo también hago eso, sobre todo cuando hago aseo.- la saludo amable.

-Es que así uno se desahoga y se olvida un poquito de lo que está pasando en el entorno.

-Tienes toda la razón, así que ahora vamos hacer la tarea.- saco mi cuaderno con los apuntes.

-Arsa dijo que le dejáramos la parte de problemas, nosotras hacemos las de ejercicio, así me enseñas un poquito.

-Bien, empecemos.- anoto lo que se.

De apoco logramos hacer casi todos los ejercicios, Bella aprendió, le costó de primera pero lo consiguió, sólo nos falta uno, ni por más que trato no logro llegar al mismo resultado que el profesor, no encuentro la falla.

-Ya sé quién nos puede ayudar, es muy bueno en matemáticas.

-Quién.- la miro dudosa.

-Sebastián, es un crack, si voy yo no entenderé nada, así que ve tu donde él, yo por mientras veo que ha mandado Arsa.

-De seguro le entiendes a tu hermano sí es tan bueno como dices.- trato de safarme de esta.

-Hayli ve, apenas entendí esto.

Suspiro y bajo las escaleras lentamente, sólo no debo ponerme tensa, es sólo un chico guapo.
Me encuentro con Justin abajo.

-Tu hermano.- pregunto mirando el piso.

-Cuál de los dos.- mira mi cuaderno.

-Sebas.

Me indica el patio trasero, camino rápido a este, está sentado bajo un árbol con guitarra en mano, me saca muchos suspiros.

-Hola.- sonríe coqueto.

-Hola, me puedes ayudar.- le enseño el ejercicio.

-Déjame ver.- analiza con calma.

Saca el lápiz de mi mano y escribe, lo hace muy rápido.

-Y yo he estado una hora en esto.- veo el resultado.

-Es porque no sacaste las raíces, algo simple que pasa inadvertido.- siento la respiración en mi cuello.

Digamos que yo me senté a su lado y literalmente nuestras cabezas están a cinco centímetros, estoy que pongo mi cabeza en su hombro y quedarme escuchando como toca.

-Muchas gracias, te debo una.- lo miro de frente, que se supone que estoy haciendo.

De pronto su mano acaricia mi rostro y siento sus labios moviéndose sobre los míos, supongo que estoy soñando, abro los ojos y me está besando joder, inconscientemente mis manos rodean su cuello haciendo un beso más apasionado. Muevo mis labios a un perfecto ritmo con los de él, nos separamos por falta de aire.
Me pongo de pie y prácticamente salgo corriendo de la casa y me subo al auto, acelero perdiendome del lugar.

Caigo en la realidad, acabo de besar a Sebastián Cavinski, literalmente estoy cavando mi propia tumba, Bella me va a matar y lo peor de todo es que he sentido cosas.

Hayli estás bien jodida.

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Pero que hizo!!

AMOR PROHIBIDOWhere stories live. Discover now