AMOR PROHIBIDO

12-Desahogos

Contengo las ganas de llorar desconsoladamente.

-Hace poco intenté suicidarme cortandome las venas, estaba demasiado mal, no hacía más que pelear en el colegio, traiciones dolorosas por la espalda, no tener ya en quien confiar, que todos te apunten con el dedo diciendo que bueno está el hermano de Bella, tanto que su mejor amiga se revolcaba en sus narices con él, joder es que todos lo sabían menos yo, un día nos enfrentamos a golpe con la que era mi supuesta hermana, entonces me lo confesó, se había hecho mi amiga sólo para acercarse a él, luego de un tiempo supe que ella había metido a Justin en peleas callejeras, desde entonces que también tiene problemas de ira, me utilizó todo el puto tiempo, he sido lastimada por las personas que más quiero.

-Bella, te quisiste hacer eso porque sentiste culpa de haber acercado a alguien así a tú hermano y por haber confiado en ella, fue super doloroso, pero sin duda hay un factor tremendo que afectó todo.

Bebo un poco de agua que me da.

-Que cree que es.- afirmo mi cabeza en la mano derecha.

-La ausencia de tus padres, es algo que te jugó mucho encontra, no has tenido la presencia de un apoyo fundamental como la familia, tú hermano se fue, el otro se metió con tu amiga, era de esperarse algo así, te han causado un daño psicológico enorme.

-Mientras más digo que no los necesito es menos doloroso saber que ni siquiera celebras los cumpleaños o navidades con ellos y siento envidia de mis hermanos mellizos, a ellos los llaman casi todos los días, en cuanto a nosotros nada.

-Necesito hablar con tus padres, esto no puede seguir así, tú lo estás pagando con todo esto.

-Seguro van a venir corriendo donde mi, mi antiguo psicólogo los citó un montón de veces y nunca aparecieron. - trato de hacerme la fuerte.

-De alguna manera lo conseguiré, bueno la verdad es que me encantaría poder seguir hablando contigo, pero se nos acabó el tiempo.- se pone de pie para despedirse.

-Gracias, con nadie me había desahogado así.

Me estira sus brazos, no dudo en abrazarla, me indica que le diga a Hayli que tiene que pasar.

Narra Javiera

Pobre chica, ha tenido una muy mala experiencia de la familia, necesita ayuda cuanto antes o se seguirá haciendo daño.
Sonrío a la chica que entra.

-Hola.- se sienta.

-Mientras escribo algunas cosas de la chica anterior tú cuentame por qué estás aquí.

-Que tiene Bella?.

Levanto mi mirada.

-Se conocen ustedes dos.- pongo atención en ella.

-Somos amigas y estoy aquí porque le ayudé en la pelea, nos suspendieron juntas, siento una fuerte conexión con Bella, llegué hace sólo semanas y prácticamente tenemos mucha confianza, siento la necesidad de estar a su lado.

-Haber esto nunca lo debería comentar, pero te has fijado en sus muñecas.- pongo mi pelo a un lado.

-De que me habla, acaso Bella ha.- su cara es de total preocupación.

-Así es, tal parece que son de hace antes de que te conociera, sabes lo de su familia.

-Lo de sus padres, es complejo, ni siquiera sabe a qué se dedican.

-Le hace falta comprensión y mucha confianza, por lo visto confía en ti, no le puedes fallar.- miro el nombre de la chica.- Hayli, es importante que no se sienta sola.

-Es tan complicado.- suspira.- Me gusta su hermano, ni por más que quiera no puedo sacarlo de mi mente y quiero mucho a Bella.

-Joder, si se entera va a estar muy mal, además creo que esconde algo, cuando me contaba sus cosas tenía la precaución de no seguir más allá, hay un trauma que viene de antes, por el bien de ella, hay que descubrir que es, dile que te muestre fotos o indagar un poco, esta chica me preocupa.

-Con tal de que no haga nada, por supuesto que ayudo, mi madre siempre me decía que si ayudas de corazón, no sólo esa persona estará feliz, si no que tu estarás bien mentalmente, sintiendo felicidad emocional.

-Sin duda le doy la razón, pero dijiste decía.- anoto.

-Está muerta, la asesinaron en mis ojos y aquí estoy haciendome la fuerte.

Esta chica si que tiene fuerza para contar algo así, quedo sorprendida.

-Puedes controlar esa pena o vacío que sientes haciéndote la fuerte.

-Ni por más que me digan que lo tengo que hacer no puedo, tengo 18 años, la imagen sigue en mi cabeza, apenas van dos meses, a veces colapso pero sigo, mi hermano me trae de vuelta.- derrama lágrimas.

-Necesitas ser escuchada y aquí estoy, la gente ve lo que quiere ver y a ti te ven como fuerte, pero todos somos frágil y necesitamos un consuelo, que bien que me cuentes esto.- veo que ya es la hora.

-Me ha hecho bien, creeme que me veras aquí casi todos los días.- ríe despidiéndose.

-Si tienes que venir para contarme que el cantante que te gusta sacará un nuevo tema, ven, estaré para lo que sea.- asiente sonriendo y se va.

Vaya día, me siento identificada con estas chicas, yo también en la adolescencia pasé un montón de cosas sola, tuve mi tiempo gótica, hippie, alcohólica, hasta me creía rapera, hacía un montón de cosas por llamar la atención del resto, sólo necesitaba a alguien con quién compartir, una buena charla, etc. En ese tiempo si ibas a psicólogo te trataban de loca y el bullying era mucho peor que ahora.
Al menos los tiempos han ido mejorando un poco.

Tomo mis cosas y me voy a descansar a casa, ya es bien tarde.

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Mi cara se llena de alegría al verlo corriendo a mis brazos.

-He aprendido a dibujar autos.- habla con su voz tierna.

Tengo un precioso hijo de casi 5 años, se llama Matías, es lo mejor que me ha pasado en la vida, doy mi vida por él, lo amo con todo mi ser.

-Enseñame como te han quedado.- caminamos de la mano, me muestra sus dibujos, beso su carita.

-Amor que tal.- llega Javier, mi novio.

-Agotada pero super, he conocido dos chicas que necesitan ayuda.- me siento en el sofá.

-Genial, por cierto Matías me ha preguntado que si soy su papá.

-Que le has dicho.- lo miro dudosa.

-No supe que decirle.

-Tu tranquilo si.- lo beso.

Nunca supe más del padre de Matías y siempre me pregunta que cuando lo vendrá a visitar, se me parte el alma verlo triste por un idiota.

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Javiera en multimedia.