AMOR PROHIBIDO

29-Esclavos

Nos apartamos enseguida, menos mal llegó ahora y no cuando hubiésemos estado en peores circunstancias.

-Son lo peor que puede haber.- niega decepcionado.

-Hay una explicación.- me bajo de la mesa.

-Hace cuanto ocurre esto.

-Te prometo que es la primera vez que pasa.- comenta Justin arreglando su ropa.

-Hayli tú eres la buena, le das sermones a Arsa con que cara, le diré a Bella.

-No.- lo toma del brazo.- Hermano por favor, piensa que ahora tu no te escondes con ella, almenos algo bueno salió de eso.

-Mi novia no puede estar cerca de Bella porque la traicionó, era su mejor amiga y resulta que tiene de amiga a la peor de todas.- hace una mueca.

-Hakan, esto fue una calentura, cierto Justin.- apreto mis dientes.

-Así es, hermano no podemos destruirle la vida a Bella más de lo jodida que está, hago cualquier cosa para que no le cuentes de este desliz.

-Dame tú moto y tú.- me apunta.- Me harás las tareas de matemática que no entienda.

-Eso es muchísimo.- nos quejamos.

-Eso les pasa por traidores, una cosa más, para cada cosa que los necesite estarán apenas les hable, desde mañana serán mis esclavos, ahora necesito borrar la escenita que estaban montando.- sube las escaleras.

Empuño mi mano y la levanto en forma de enojo, se encoje de hombros.

-En que momento se me ocurrió besarte joder, ten en cuenta que ya esto jamás volverá a pasar.- me dispongo a irme a la habitación.

-Claro que pasará, ten fé.- sonríe adelantandome.- Que duermas bien lobita.- se marcha.

Como Hakan habra su boca, la que se llevará peor parte seré yo, soy estúpida al meterme con él ahí en la cocina, no pienso las cosas.

La encuentro con gotas en su rostro, yo me gano a su lado también a llorar, pero es por lo que estoy pasando, dejé todo en el pueblo para empezar una nueva vida, está siendo peor, algo me consume por dentro y empezó desde que llegué acá, tan sólo el segundo día ya tenía problemas, a la semana el miedo de ser descubierta, luego Arsa, el amargo pasado de Bella y ahora amenazada. Espero soportar este año.

Ambas nos colocamos pijama, la semana está siendo bien dura, sólo penas, se da vuelta quedando de lado frente a mí.

-Necesito salir de aquí, una semana lejos nos vendría a todos de maravilla.

-Y yo ser una buena chica, ofendo tanto a la gente que me hago daño, al pegarle a Esperanza y Arsa, me siento llena de culpa y no puedo estar bien conmigo misma.

-Necesitas practicar la palabra perdón, pedir disculpas te hace mucha falta, tú orgullo es muy grande tal parece.- acomodo mi cabello.

-Demasiado, si bien tu me has ayudado mucho, hay un chico que creo que también lo hará.

-Ian es un encanto de persona.

Sonríe levantando las cejas, ups se me salió.

-Yo no dije que fuera él.

-Está claro que lo es, a quién no le gustaría un chico guapo, de buen corazón, tierno, quédate con él.- le enseño una foto que tiene en Instagram.

-Está buenisimo, mira si a ti te gusta, yo me hago a un lado.

-Claro que no.- río.- Es amigo mío, lo veo como un hermano, pero en cambio tú, lo ves como hombre.