AMOR PROHIBIDO

36-Peligro

Narra Hayli
3 días después

Estoy harta de tener que andar de esclava, le tengo que hacer jugo, llevarle la comida, sólo falta que le lave los dientes, todo por andar jugando con el guapo de Justin, lo deseo un montón, me gusta como es de directo, no le cambiaría nada, hasta su cara de enojado me atrae. La atracción es lo más complicado.
Últimamente no hemos hablado de lo ocurrido, sólo tiene cabeza para lo de su hermana que aún está en el hospital, tiene una infección lo que le genera vomitar con sangre y hacer que esté super pálida.

Bella ha intentado ocultar sus vendas en las manos aunque con Arsa no le funcionó y le contó a Hakan, género problemas, la cosa es que el viaje no ha sido nada como esperábamos, muchas preocupaciones abundan actualmente. Si al final será verdad que esta familia me hundirá con todos ellos juntos.

-Me puedes traer una cerveza.- se acomoda los lentes de sol.

No puedo seguir estando manipulada por este niñato, me cansé.

-Basta, se acabó.- hablo enojada.

-Le diré a Bella a lujo y detalle.- da paso rápido.

-De que me tengo que enterar.- cruza sus brazos.

Siempre tan oportuna para aparecer en los peores momentos.

-Tu amiguita se besó con.- le pone la mano en la boca.

-Déjalo hablar.

-Estaba borracha, no sabía lo que hacía entonces me dio un simple beso insignificante, no te lo contamos porque fue algo idiota.- encoje sus hombros soltando a Hakan.

-Es verdad lo que dice Ian?.

Lo fulminamos con la mirada, su novia se nos une, es muy cabrón.

-Si, era eso, Hayli besó a Ian.- se marcha refunfuñando.

Justo a tiempo, ya me veía desde el cielo mi cuerpo muerto en el fondo del mar.

Bella queda mirándonos totalmente soprendida, hecha a correr a su habitación, la sigo los más rápido posible, pero cierra la puerta en mi rostro, me debe estar odiando.
Golpeo con fuerzas la puerta hasta que sale sin ninguna expresión, me hace pasar.

-Escucho tus disculpas.

-No son disculpas, tú y él no eran absolutamente nada, la situación fue que yo estaba borracha y por eso lo hice, pero a mi nunca me ha gustado, además fue por enojo, estaba enfadada con el chico que me gustaba.

-Por qué habría de creerte.- hace una mueca.

-Porque si me gustara encerio hace rato lo hubiese conquistado.- chispeo mis dedos sonriendo maliciosa.

-Estoy cansada de que me mientan, que me oculten cosas, traiciones, esto es una vida de mierda, así que si no tienes nada más que decirme te puedes marchar por favor, quiero estar sola y pensar un poco.- se lanza en la cama quedando su rostro fundido en las sábanas.

-Sabes que no me iré.

-Entonces dime que ocultas, hace bastante que andas rara.

-Nada.- me gano a su lado.

-Mirame a los ojos y dime que no ocultas nada en esa mente.- queda frente a mi.