MI QUERIDO VECINO [JinTae]

CAPÍTULO 7: ¿BRÚJULA DESCOMPUESTA?

El capítulo es solo un poquitín mas largo que los otros y es que cuando hay que describir sentimientos normalmente las cosas no son tan sencillas. No se confundan la historia seguirá siendo hot, pero el reto entre ellos no es solo sexual, también es emocional.

Tae despertó cerca de las 9:30 de la mañana, debilitado por la intermitencia del sueño y aturdido de aquella sofocante noche. Liberó con parsimonia las sabanas y al hacerlo su bonito consolador cayó al piso, dándole otro golpe más a su orgullo, que no mejoró al verse así mismo sin su pantalón de pijama. Había tenido que recurrir a su juguete, porque su cuerpo simplemente no se calmaba y era preferible eso, a tener que correr a los brazos del vecino para pedirle que lo follara como quisiera.

Los sueños eróticos, donde dos cuerpos desnudos sudaban y se estrechaban con fuerza bajo las sabanas, no lo abandonaron en toda la noche. Para Taehyung, no dejaba de ser inquietante que solo aquellas palabras tan descriptivas de su vecino, hubieran ocasionado tamaño descontrol y las pruebas de esa realidad, eran los restos de semen en su cuerpo, que removía mientras se aseaba. Para su suerte era viernes, pondría todo de su parte para terminar su trabajo por el resto del día y como tenía planificado, mañana se iría.

No es que Taehuyng fuera pudoroso en el sexo, y definitivamente el vecino prometía buena cama. No le costaría nada coger con él salvajemente hasta el hartazgo, pero él no estaba allí para eso, no cuando los recuerdos de lo que tuvo con Hobi aún estaban vivos y dolían. Darle rienda suelta a su cuerpo, cuando su corazón aún no estaba bien, solo lo haría sentir peor, pues el duelo por la pérdida de una relación increíble que él mismo echó a perder, no se superaba con sexo ocasional. Sumado a eso, tampoco quería darle el gusto a su pervertido vecino de verlo rogar por su polla, por lo que, limitaría su humillación a las cuatro paredes de su habitación, si era necesario.

La mañana paso ocupado, ajustando los últimos arreglos de su trabajo, y mentiría si no dijera que evitó a toda costa salir, para no arriesgarse a toparse con Jin en cualquier lado. Quizás era una actitud muy cobarde y probablemente el muy infeliz lo disfrutaba, porque era imposible que no lo notara, más cuando habían estado muy sociables estos últimos días. Pero no le importaba, era preferible eso, a ser el siguiente en ser empotrado contra el balcón de los Min.

Colocaba unas de las ultimas fotos a secar, abriendo ampliamente la ventana de su estudio, cuando observó a su querido vecino rodeado de las mismas chicas en bikini. Recordando entonces el motivo por el que supuestamente las prefiere—le gusta una pareja sexual sumisa —algo fetichista, pero nada que no encajara con la personalidad de Jin. Y por sus palabras era eso lo que esperaba de él —fantaseara con tener tu maravilloso y desnudo culo en mi cama... pidiéndome más—

Era cierto que Tae no tenía ningun problema con esa posición. De hecho lo disfrutaba bastante y con las descripciones de su vecino, debía reconocer que se le había hecho agua la boca de pensarlo, su consolador podía dar fe de eso— maldita sea— su polla incluso se endurecía otra vez. Pero en realidad él nunca había experimentado la sumisión completa, Hobi no era de ese tipo de pareja, sus sesiones de sexo siempre fueron muy igualitarias en cuanto a incitativa o fuerza y normalmente intercambiaban de roles. Por lo que, aunque estuviera interesado o de acuerdo, al menos en el concepto— ¿porque hacerse planes sin saber?... — Lo cierto era que a Jin, sus preferencias en la cama no le constaban y quizás esa era la forma de deshacerse de las insinuaciones de su caliente y tentador vecino.

Los vio reír y frunció el ceño porque, mientras él era prisionero de sus propios deseos en su casa, el infeliz se reía y paseaba por la playa—¡basta!... no tengo porque esconderme, como si le temiera al lobo feroz—

En la tarde salió a su terraza y dejó a Tannie corretear siguiéndolo hasta la playa, su vecino aparentemente había salido en su jeep, por lo que su deseo de mostrar su fortaleza no se vio materializado, hasta que su paseo con su mascota terminó y regresó a casa. No se dio cuenta que el hombre lo observaba desde su balcón en su terraza, incluso estuvo a punto de entrar, si no lo hubiera escuchado aclarar su voz.