Capítulo 13

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Primer día de escuela

El jueves por la mañana amaneció brillante e irritantemente luminoso.

Habría sido más fácil convencerme de ir a la escuela si sólo hubiera estado miserable y húmedo afuera. Pero me había mantenido ocupado encerrado en aquella casa durante días y no podía negar que quería salir y tomar un poco de vitamina D.

-Vas a tener un gran día -dijo mamá mientras recogía una montaña de panqueques y los ponía en un plato. También había cocinado una enorme cacerola de huevos, tostó una barra entera de pan y tenía tocino cocinándose en la estufa. Mamá iba con todo. Ella tenía una tendencia a hacer eso cuando estaba nerviosa o no está segura acerca de una situación. Para ella, la comida lo curaba todo.

-Llamamos al Director Petersen ayer por la noche y le hicimos saber que regresarías hoy -dijo papá desde donde estaba sentado en la mesa leyendo el periódico-. Dijo que fueras directamente a su oficina esta mañana.

Asentí, apenas escuchándolo mientras daba el primer bocado de comida sólida desde el accidente.

El tocino nunca, nunca había sabido tan bien. Me quemó un poco mientras descendía, pero valió totalmente la pena.

Comida de verdad era mucho mejor que los alimentos bombeados directamente a tu sistema.

Después de la escuela, iría al médico familiar aquí en la isla para que me quitara las puntadas.

-¡Sawyer, James! -gritó mamá de repente, haciéndome saltar y casi tirar el jugo de naranja frente a mí-. ¡Bajen aquí! ¡Van a llegar tarde a la escuela!

Sus pasos retumbaron por las escaleras. James tropezó en los dos últimos dos escalones y aterrizó sobre su rostro.

¡Genial! Escribí rápidamente, sacudiendo mi cabeza hacia ellos.

-Cállate. -Los ojos de James me veían gélidamente mientras se dirigía a la mesa y agarraba un pedazo de pan tostado-. Quiero decir... - tartamudeó, poniéndose rojo.

Sólo sacudí mi cabeza, y traté de reír.

-Pareces un mimo o algo cuando haces eso -dijo mi hermanito, con un tono totalmente serio-. Tu cuerpo intenta reír, pero no sale nada.

Sólo lo despeiné y agarré otro puñado de tocino. Fui a recuperar mi mochila de mi habitación. Cargué mis libros dentro de ésta, y después también metí dos cuadernos en blanco. La cerré y me quedé parado allí, mirándola en el piso por un largo momento.

Este era el paso final hacia la realidad.

Tomando una profunda respiración, la recogí y arrojé sobre mi hombro.

Sawyer, James,Christine y Anabelle estaban ya dirigiéndose hacia la furgoneta de la familia, amontonándose, mochilas golpeándose entre sí, voces irritadas de la mañana gritándose entre sí.

Nunca le gritaría a alguno de ellos otra vez.

Nunca gritaría algo otra vez.

La lástima de mis hermanos era obvia cuando me subí en el asiento delantero. Normalmente era una carrera por él. Ellos nunca lo habrían dejado para mí si no me compadecieran.

Me le quedé mirando con nostalgia a mi Bronco color rojo y gris estacionado en la calle mientras abrochaba mi cinturón de seguridad. El trato era que mamá podría llevarme a la escuela en los primeros días, sólo para asegurarse de que estaba bien, y luego podía volver a conducir. Por lo menos una cosa volvería a la normalidad. Era vergonzoso que mi madre me llevara a la escuela.

Mamá sacó la furgoneta de nuestra calzada como si fuera una experta y comenzó a conducir hacia la escuela.

-¿Traes tus cuadernos? -preguntó mamá. Seguía viéndome de reojo la garganta. Asentí-. ¿Traes tu celular? -Asentí otra vez-. Me puedes llamar en cualquier momento si me necesitas. Puedo venir recogerte en cualquier momento.

Mute (En Edición )Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang