𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 [KooKMin]

.16.

—¿Duele?

Su respuesta estaba tan lejos de ser escuchada que si fuese por él que esperasen los tres sentados.

¿Era un shock?

No lo sabía.

Pero Jimin no quería volver a la realidad.

El pelirubio deseaba quedarse estancado en esos escasos segundos en dónde vio a Jungkook ingresar a su habitación con su atractivo rostro reflejando puro temor después de tanto tiempo sin verlo.

Estaba más delgado.

Había pasado tanto que..

Camisa blanca. Jeans apretados. Ramo de rosas amarillas en mano. Y quizás… un  fuerte bombeo de parte de su corazón que llegó a estremecer todo su cuerpo.

Debajo de las mantas, Jimin arruga las sábanas queriendo eliminar aquel sentimiento de amor. Pero el repentino toque cálido que recibe su piel le impide al pediatra poder hacerlo.

Era él.

Era su antiguo amor el que concentrado presiona con su mano cálida su pierna derecha algo invalida.

—Jimin ¿duele aquí? — Jeon lo mira a los ojos demostrándole más de su preocupación.

Pero…¿por por qué se preocupa por su pierna?

Si es su corazón es el que duele.

Entonces dolorosa y repentina opresión en su pecho que el más bajo no logró poder ocultar.

—Si du-duele mucho—admite.

Sintiendo su corazón realmente doler.

Así de improvisto.

Así de vulnerable.

—Voy a tener que levantarte—  sin  esperar una afirmación por parte del contrario. Jungkook se inclina  hacia adelante destapando en su totalidad a Jimin, viendo cómo este seguía empuñando sus manos—Sostente de mis hombros.

Siendo sus brazos dirigidos a los hombro del director, el pediatra aparta la mirada hasta posarla en  las dos personas de más atrás.

Yoongi parecía no comprenderlo, pero Taehyung sí.

Su mejor amigo lagrimeaba. Ambos sabía que ese llanto que derramaba ahora mismo el pediatra de corbatas extrañas no eran por causa del golpe.

“Él te extrañó”

El pelirubio logra descifrar lo que los labios de su amigo intentaron decirle en silencio. Y viéndolo a Taehyung sonreír, fue que Jimin creyó de una vez por todas, todo lo que esté le había contado sobre cómo Jungkook se había comportado con él cuando se encontraba desconectado del mundo.

Y aquello fue un detonante que al ponerse de pie y acercarse más al cuerpo del castaño llevó a que el rubio llorara aún más de la cuenta.

—¿Pu-puedes mantenerte?—Jeon lo rodea de la cintura  mientras espera una respuesta.

Pero Park es puras lágrimas. Sin voz y  un irritante dolor en su cabeza que venía acompañado de un nuevo recuerdo.

  “Por favor Jimin dile al ángel que deseas quedarte. Dile que no deseas tomar sus alas…¡Por favor escucha el pedido de mi corazón!” 

Había pasado tanto…que recién hoy, después de verlo y escucharlo reconoció que aquellas sinceras palabras provenían de él, de Jeon, su director.

                              …🚬…

—Porqué no me haces el gran favor de callarte.