Quince

167 17 7
                                    


Cuando la puerta del ascensor se abrió y pusimos el primer pie sobre el mármol reluciente del piso de la recepción, dos personas, que permanecían sentadas en uno de los enormes sillones, se pusieron de pie. A regañadientes, había aceptado acompañar a Jey a encontrarse con su padre. No me gustaba ese tipo de contacto con los familiares de mis parejas, mucho menos si se trataba de una conquista ocasional. Había tenido una relación estrechísima con los padres y hermanos de Martín, mi ex, el de Islas Canarias, y cuando la pareja se terminó, había debido echar de menos no solo a una persona, sino a cinco. Pensaba que había tenido demasiadas pérdidas en mi vida, demasiado dolor, demasiados abandonos, para seguir dejando atrás seres queridos, desperdigados por el camino. Sin embargo, J había dicho que sería mucho mejor que su padre me viera y pudiera saber que yo era una buena persona y que su hijo no corría ningún peligro estando conmigo. En ese momento no entendí bien por qué lo decía.

El padre de Jey, un hombre robusto y de apariencia sobria, estaba enfundado en un traje oscuro y un sobretodo gris. A su lado, una señora morena, de negros cabellos y sonrisa amplia, también estaba vestida con elegancia. Ambos me saludaron extendiendo su mano, que estreché con afabilidad, a la vez que me refugiaba tras la sonrisa más protectora que pude encontrar en mi arcón de caretas y corazas.

—Que aconteceu, pai? —preguntó J con cierto desgano.

—Como você não vai assistir o jogo com a gente, vamos pro templo, para assistir com os amigos de lá.

—Tá certo.

—E o que você vai fazer?

—Sei lá... vamos dar um passeio.

—Você mora aqui, é de Buenos Aires? —preguntó el hombre, dirigiéndose a mí.

Miré a J, esperando que me tradujera.

—Pregunta si vives aquí.

—Ah, sí soy de Buenos Aires —acoté la respuesta.

Tanto el padre como la mujer sonrieron amablemente.

—Tenha cuidado, filho. Lembre que é a sua primeira vez na cidade —continuó hablando con su hijo.

—Papai, o Gaspar sabe bem por onde a gente não corre nenhum risco —respondió este, blanqueando los ojos.

Uno de los empleados de la recepción se acercó a nosotros.

—O taxi que o senhor solicitou, já está na porta —dijo dirigiéndose al padre.

Me pregunté em qué momento la gente de la ciudad había aprendido a hablar portugués. Todos hicieron ademán de dirigirse hacia la calle, por lo que los seguí.

—Tem certeza de que não quer vir? —insistió el hombre, una vez que habíamos atravesado la puerta giratoria.

—Claro que tenho.

—Qualquer coisa, me chama no celular. Tá bom?

—Tá certo.

—Mucho gusto —se despidió de mí el hombre, en castellano, estrechándome de nuevo la mano.

—El gusto es mío —contesté cargado de nervios.

La mujer también me saludó. Ambos despidieron con un abrazo a Jey y se subieron al taxi, que se marchó sin perder tiempo por avenida Córdoba. J parecía avergonzado cuando lo miré pretendiendo saber qué haríamos a continuación.

—Simpáticos tus padres —le dije.

—Sí, son buena gente. Aunque mi padre siempre se preocupa demasiado y ella es su esposa, pero no mi madre.

—Ah, perdón.

—No, todo bien.

Me sentí incómodo.

—Entonces, ¿qué hacemos? —quiso saber, agitando sus brazos en el aire.

Me reí por esa acción.

—No sé, lo que tú quieras.

—Tú eres mi guía —me guiñó un ojo.

—Veo que no has traído el mapa —bromeé.

—Ya no es necesario —sonrió.

—OK... hoy es domingo, podríamos ir al mercado de San Telmo. Es relativamente cerca y creo que te va a gustar.

—Estoy entregado a tus manos, hago todo lo que me digas —dijo con voz socarrona.

—No sabes lo peligroso que es lo que acabas de decir, voy a hacer que te arrepientas —me burlé.

—Dudo mucho que eso suceda —rio.

Nuestras miradas se cruzaban cargadas de pudor, al tiempo que comenzamos a dirigirnos hacia la esquina para atravesar la avenida y perdernos en las mínimas callecitas del microcentro porteño.


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La novela LA ETERNIDAD DE UN AMOR EFÍMERO se encuentra completa, tanto en versión digital como impresa en Amazon, Mercado Libre y BuscaLibre, abajo los links:

ARGENTINA:

https://gastohned.mercadoshops.com.ar/

https://www.buscalibre.com.ar/libros/search?q=Gastohn+Barrios+

MÉXICO:

https://www.amazon.com.mx/Gastohn-Barrios/e/B0B72HNPKR/

https://listado.mercadolibre.com.mx/gastohn-barrios

https://www.buscalibre.com.mx/libros/search?q=Gastohn+Barrios+

ESPAÑA:

https://www.amazon.es/Gastohn-Barrios/e/B0B72HNPKR/

https://www.buscalibre.co/libros/search?q=Gastohn+Barrios+

ESTADOS UNIDOS Y LATAM:

https://www.amazon.com/stores/author/B0B72HNPKR/allbooks

https://www.buscalibre.us/libros/search?q=Gastohn+Barrios+


También disponibles por encargo en cualquier librería y en versión digital en APPLE BOOKS, GOOGLE BOOKS, KOBO, BARNES & NOBLE y las principales tiendas online.


LA ETERNIDAD DE UN AMOR EFÍMERO - Buenos AiresWhere stories live. Discover now