Capítulo IX

2.6K 251 55
                                    

Luego de hablar con Normani esta mañana, en mi cabeza seguían rondando los pensamientos de lo que estuviera pasando allá afuera.

Fui a la tienda de Liberty a trabajar, acomodé las cajas y todo, pero, me di cuenta de que Camila no había venido a trabajar. No quise parecer tan entrometida, como para preguntarle a mi jefa sobre su paradero.

Luego de terminar el trabajo, fui a visitar a Dinah en su taller. La vi debajo de mi auto.

-Hola, Di.- Saludé.- ¿Quieres ayuda?

-Estoy bien, Laur. Estoy tratando de arreglarlo lo más rápido posible, pero me faltan algunas piezas, así que tuve que ordenarlas por teléfono.

-Está bien, Di. Cualquier cargo extra, yo te lo pago.- Le extendí varios billetes de 100.

-¿Te pagan tanto en la tienda sólo por desempacar cosas?- Dinah me hizo dar cuenta de mi terrible error.- A mi no me engañas, Laur. ¿De dónde sacaste tanto dinero?

-¿No creerías que lo robé, no?- Pregunté. Ella me miraba con los ojos cerrados, analizando mi expresión corporal.

- No, Laur. Es sólo que es muy extraño.- Miró al suelo por dos segundos.- Primero, me haces llevarte al banco. Luego, te vi hablando con los arquitectos como si ya los conocieras de anterioridad. Luego, comienzas a pagarme con billetes de 100. Hay algo que no me estás contando. Somos amigas, Laur. Puedes confiar en mi.

-Dinah yo...- No sabía que decir o por dónde comenzar. Bufé rendida, sentándome en una de las sillas del taller.- Di, quizá ya te habías dado cuenta o quizá no, pero... ya he recuperado la memoria.

-¡Lo sabía!

-Yo fui quien llamó y contrató a la constructora.

-¡Lo sabía!

-No robé nada de dinero. En realidad vengo de una familia millonaria.

-¡Lo... no, espera, eso no lo sabía. ¿Es enserio?- Dinah me miró sin poder creerlo.

-Al recuperar la memoria, llamé a una amiga para decirle que todo estaba bien conmigo. Luego, pasó lo del accidente y le pedí un favor; me depositó un dinero mío a una cuenta privada que hice; y es por eso que te llevé conmigo al banco. Finalmente, contraté a esas personas.

-Eso quiere decir que no existe ningún seguro.- Razonó Dinah sobre lo que habían dicho los de la construcción.

-No.- Respondí mirando al suelo.

-¿Alguien más lo sabe?- Me preguntó.

-No.

-No sé cómo no lo dedujo nadie antes, al ver la clase de auto en el que llegaste.

-Quizá sí lo sabían, pero no pueden confirmarlo hasta que yo recupere la memoria, para así, llamar a mis familiares o interrogarme.

-Y a todo esto...- Dinah decía.- ¿Cómo fue que terminaste aquí?

-Yo no...

-Hola chicas.- Ally llegó.- Oye Di, mi auto está fallando de nuevo.

-¡¿Pues qué es lo que le haces a ese pobre auto?!- Dinah se levantó de su asiento con el ceño fruncido.

-Nada. Es sólo que, él y yo no nos entendemos muy bien.- La rubia hizo carita triste.

-Tengo que irme, Di. Te veré luego ¿si?- Me despedí con un ademán y salí en mi bicicleta directo a la casa de la castaña.

Toqué la puerta y esperé.

-¡No hay nadie!- Oí gritar a la pequeña.

-¡Sofi! Soy yo, Lauren. ¿Está tu hermana?- Pregunté tras la puerta.

Perdida (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora