Perdida (Camren)

Capítulo XI

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En alguna parte de Nevada:

Narra Normani:

-Winn, necesito que busques la dirección de este numero de cuenta. Quiero que busques todo movimiento recientemente hecho, ¿de acuerdo?- Pedí.

Winn era un buen amigo técnico de la universidad. Era uno de los mejores que conocía, y de los cuales tenía depositada una gran confianza.

-Te lo haré llegar por mensaje ¿esta bien?- Decía el muchacho mientras comía un pretzel.

-Lo quiero ahora, Winn.- Es por esto que no lo llevaba a trabajar conmigo en la empresa, él es muy perezoso.- Te pagaré mil dólares si lo buscas ahora.

-A sus órdenes, jefa.- El chico se puso en acción. Tardó más tiempo del que hubiese querido, por primera vez en su vida, pero, por fin obtuvo lo que le pedí.- Gracias.- Le di el dinero y me fui. Puse la dirección en el GPS de mi Mercedes y me di cuenta de que el lugar estaba muy, muy lejos.

La cuenta de banco fue abierta en un banco localizado en una ciudad que de verdad desconocía el nombre. Dicho banco, tiene la dirección actual del propietario del número de cuenta, así que fue fácil dar con su paradero; El paradero de Lauren.

Al final, decidí contratar a una persona que me llevaría hasta allá, así que de nuevo tuve que pedirle un favor a Winn, ya que él tenía licencia para viajar lejos.

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Narra Lauren:

-¿Cómo nunca supe de este lugar?- Pregunté.

-¿Camila nunca te trajo a una cita?- Dinah preguntó y yo negué.

-Juro que iba a hacerlo. - Camila me sonrió. Su enojo hacia mi ya se le había pasado.

-Ten, Di. Este es mi regalo de cumpleaños para ti.- Ally le entregó una cajita a Dinah. Ella lo abrió y dentro encontró una pulsera de plata.- Se que no es mucho, pero...

-Me gusta, Ally. - Dinah agradeció colocándose la cadenita.

-Yo tengo esto para ti.- Dijo Camila. Era una caja de zapatos. Dinah la abrió y gritó de la emoción.

-Había estado buscando estos zapatos en línea, pero dijeron que estaban agotados.- Dinah estaba feliz.

-Me costó conseguirlos.- Camila recibió un abrazo de la más alta.

De pronto ni celular vibró, y yo contesté como si nada.

-¡¿Que qué?!-Expresé con suma sospresa. Traté de disimular, pero es que no podía por tremenda noticia.-¿Cómo que estás aquí? ¿Bromeas? Normani, ¿me estás tomando el pelo?- Mis amigas y Camila me miraron demasiado curiosas, antes de terminar la llamada.- Debo irme chicas. Las veré mañana, seguro. Adiós, Camz.- Le di un beso en los labios y luego salí corriendo de allí.

Normani dijo que me estaba esperando frente a la casa de Harv ahora mismo. Y si eso era cierto, tenía que ir allí cuanto antes.

A lo lejos vi el auto negro de Normani. Cuando me acerqué y me vieron, vi que alguien salió del auto. Era ella, mi mejor amiga.

-¿Vienes sola?- Pregunté rápidamente.

-A mi también me da mucho gusto verte, Laur.- Bromeó sarcásticamente.

-Perdona. ¿Estás bien?- Miré a Normani.

-Estoy bien Laur. Sí, vine sola. Bueno, con un chofer.

Miré por la ventana.
-¿Winn? ¿Trajiste a Winn?

-Era lo mejor y más discreto que encontré.- Normani se defendió.- ¿Es aquí donde te estás quedando? - Miró la casa frente al auto.