-Silas Karlise (Sisco)-

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Silas sería el tipo de novio que...

Te molestaría mientras entrenas y cuando te enojes, te cargaría sobre sus hombros para que lo perdones.

Te encontrabas en BC Sol, entrenando arduamente, pues unos días atrás habías tenido una batalla con tu novio Silas, y te ganó en menos de quince segundos

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Te encontrabas en BC Sol, entrenando arduamente, pues unos días atrás habías tenido una batalla con tu novio Silas, y te ganó en menos de quince segundos. Pero la peor parte de eso, es que lo hizo frente a todo el equipo y te humilló diciéndote lo débil que eres, que esperaba más de ti y que debías de entrenar más.

No estás enojada con él; pero de alguna forma lo que te dijo, te dolió. Ya sabías que era el tipo de novio competitivo y retador con las personas, pero aún así, hablarte de esa manera... jamás lo había hecho y te sentiste muy mal con su comentario.

Llevabas aproximadamente, desde las 5:00 am y ya eran las 7:30 pm; estabas empapada en sudor y respirabas agitadamente. Pero no ibas a detenerte, cada vez que te cansabas y querías un descanso, la imagen de Silas aparecía en tu mente diciéndote todas esas cosas: "Eres débil _______________." "Debes esforzarte más si quieres estar a mi nivel", "¿En serio solo puede dar mi novia esto?", "Qué perdida de tiempo". Y agarrabas de nuevo tu lanzador para comenzar desde cero.

Lo que no sabías es que cierto peli-verde con un mechón amarillo, te llevaba viendo desde detrás de una pared todo el tiempo, desde las 5:00 a las 7:30. Se preguntaba cuál era la razón para que te esforzaras así. No lo habías hecho antes y le preocupaba.

Por lo que optó en salir de su escondite y acercarse a ti con los brazos detrás de su nuca. Ya a tu lado, se sentó en una banca frente a la arena.

—Ey _______________, ¿no crees que llevas mucho entrenando? Vayamos a descansar a mi balcón —dijo con los brazos detrás del cuello recargándose en la pared.

—No tengo tiempo —dijiste poniendo tu bey de nuevo en tu lanzador.

Silas abrió los ojos sorprendido. En todo su noviazgo, jamás le habías negado u opuesto resistencia con algo que te pidiera. Entonces se dio cuenta que esto era más grave de lo que creía.

—¡Let it... rip! —gritaste tirando del cordón del lanzador, al momento en el que aparecía un leve dolor en tu hombro derecho—. Auch... —tomaste dicho lugar.

—¿Estas bien? —preguntó poniéndose a tu altura y preocupado al cien—. _______________, ya deja de entrenar y descansa un poco; llevas más de doce horas haciendo esto. ¿No crees que ya entrenaste suficiente?

—No. Debo volverme más fuerte si te quiero venceré y estar a tu nivel —te enderezaste y preparaste tu lanzador.

Y ahí Silas se dio cuenta que todo esto es por su culpa. ÉL te había retado la vez pasada, ÉL te había ganado la vez pasada, ÉL te humilló la vez pasada, ÉL te dijo que no estabas a su nivel, ÉL té dijo que debías entrenar más; ÉL era el idiota que causó que te llevaras al límite para no defraudarlo.

Se sentía horrible. No, eso era poco para expresar cómo se sentía en estos momentos. Aunque dejó todo eso de lado; te lastimó y te curaría.

Te quitó el lanzador de tus manos y tu bey lo agarró de la arena. 

—¡Ey! ¡¿Qué cree qué haces?! —preguntaste yendo hacia él para quitarle tus cosas.

—No —las sostenía sobre su cabeza con el brazo extendido, para que de esa forma no alcanzaras.

— Silas, ¡devuélvemelas! —gritaste ya enojada.

—No, te debes detener; entrenar así solo te lastimará —dijo con un tono más calmado.

—¡No sabes nada! —le gritaste yendo hacia la salida del gimnasio.

—¿A donde vas? —preguntó curioso.

—Con Free, le pediré que me entrene en el bosque —respondiste saliendo por la puerta.

El chico abrió sus ojos como platos. Odiaba que te juntaras con Free, lo ponía celoso. Pero sabia bien que tú ibas de todos modos; ahora se llevaban muy bien que hasta el rubio te dio la confianza para dejar que vayas a la arena en el bosque con él. Era obvio que le gustabas al de mechón rojo, sin embargo mantenía distancia porque tu novio lo había amenazado; y aunque le valió la amenaza, no quería ver que pelearan los dos. Si tú eras feliz, él es feliz. (TwT)

Silas fue corriendo tras de ti y te detuvo tomando tu muñeca.

—Oye, si estás molesta, no trates de hacerme enojar más s yendo con ese vago, sabes que odio que estés con el —dijo con celos evidentes en su voz.

—¡No estoy enojada! —gritaste soltando lágrimas—. Es solo que... —dejaste escapar un sollozo—, no quiero que me veas como alguien débil y que no está a tu nivel. Quiero que me veas como tu novia cool que puede pelear contigo en una arena y vencerte... solo quiero eso... por más que trate de enojarme contigo, no puedo... —terminaste con un mar de lágrimas en tus mejillas.

A Silas le dolía verte así, lo mataba. No creía que le darías importancia todavía a lo que te dijo. El té tomó de ambos hombros y te abrazó.

—Lo lamento, esto es mi culpa. Si no te hubiera dicho esas cosas horribles, no te estarías esforzando así ahora; perdóname _______________... —dijo suave en tu oído acariciando tus cabellos _______________.

—Perdóname tú a mí; odio ser la novia llorona por cualquier cosa —dijiste enredando tus brazos a su torso.

Lo próximo que sentiste fue como te tomaba de las piernas y viste todo el pasillo desde arriba. . .Silas te había puesto sobre sus hombros.

—¡Silaaaaaaas! —gritaste asustada.

—Tranquila, será de aquí a mi dormitorio —dijo comenzando a correr contigo en hombros.

—¡Pero tu dormitorio está al otro lado del edificioooooooo! —gritaste jalando sus verdes cabellos para no caerte.

Dedicado a VeruskaIsabelaRamire  Espero y haya sido de tu agrado

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Dedicado a VeruskaIsabelaRamire
Espero y haya sido de tu agrado. Sin mas, por favor hagan sus pedidos y denme su opinión.
Sam fuera.

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