-Ukyo Ibuki-

1.7K 101 6
                                    

Ukyo sería el tipo de novio que...

Cada vez que te viera con Yugo, saldría de las sombras para llevarte a otro lugar.

—¡Sí! Dió mucha risa, ¿verdad? —dijiste riéndote a carcajadas con tu amigo Yugo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Sí! Dió mucha risa, ¿verdad? —dijiste riéndote a carcajadas con tu amigo Yugo.

Estabas en el Dojo de Xander. Hace dos años que entrenas ahí, y eso te permitió hacerte amiga de todos los presentes. En especial con Ukyo y Yugo.

Ukyo y tú son novios hace año y medio. Desde el momento en el que ingresaste por la entrada del lugar, el quedó fascinado con todo de ti. Tus cabellos, tus ojos, tu risa, tu manera de vestir, la forma en la que hablas, absolutamente todo. Cuando se te confesó, a ti no te gustaba, pero juró hacer todo en sus manos para enamorarte, y lo cumplió. Los regalos anónimos que habían en tu cama todas las noches, las bellas rosas rojas que tenías en tu mueble cada mañana, los cumplidos y frases bonitas que te decía en tu oído desde las sombras, te hicieron caer rendida ante aquel ninja peli-azul. Comenzaron una relación a los ocho meses de que llegaras, y hasta ahora, todo ha sido maravilloso. Claro, omitiendo los episodios en que se pone celoso de los demás. Cuando hablas animadamente con Yugo, como ahora, cuando entrenas duro con Xander, cuando les enseñas técnicas a los nuevos, o cuando vas en patineta con Quon.

Y con Yugo, tú y el se conocían desde antes de que llegaras aquí. Son amigos de infancia, ambos solían pasar el tiempo juntos en el parque platicando o bien, sentados en silencio viendo a la gente ir y venir. Al instante en que te enteraste que tu amigo Yugo entrenaba en el mismo lugar que tú, corriste hacia él y le diste un abrazo de panda del que no se libró por dos horas rectas. Un día platicaban y decidiste contarle lo de tu relación con Ukyo, creíste que se enojaría pero te apoyó desde el inicio. Eso sí, si Ukyo te hacía llorar o te lastimaba, se las vería con el.

—¡Claro que dió risa! Todos no paraban de reírse. Estaban más rojos que el cabello de Xander —siguió tu amigo Yugo.

—Es cierto; pero si Xander te oye decir eso, ya valiste en el siguiente entrenamiento, eh —reíste nuevamente y tomaste tu estómago por lo tanto que te reíste—. Ay, mi estomaguito me duele —dijiste con un puchero.

—Perdone señor estómago, pero esa salida con los chicos, sí que fue para recordarse —siguió tu amigo.

—No se preocupe joven, lo perdono —respondiste volviéndote a reír.

—¡Chicos, hora de el entrenamiento! —gritó el pelirrojo saliendo del dojo.

—Esperemos que no nos haya escuchado —te susurró Yugo.

—Calla —susurraste de vuelta.

—Yugo, _______________, por favor vengan conmigo —dijo serio Xander.

—Ya valió —hablaron al unísono.

Unas horas después...

Caminaban a la par por el bosque, Xander les había encargado recoger madera porque en la noche tendrían una celebración por el aniversario del dojo, y a ustedes les tocó reunir la madera para la fogata.

—Gracias a Dios que no nos oyó decirlo —agradeció Yugo.

—Yugo, ya van más de veinte veces que lo dices en un lapso de cinco minutos —contestaste irritada no al 100, al 200.

—Perdón, es que en serio no sé qué habría hecho si nos descubría —dijo algo asustado por el resultado si lo habrían oído.

—¿Qué hacen? —oyeron una tercera voz detrás de ustedes.

—¡Kyaaa! —gritaron soltando toda la madera que cargaban en sus brazos causando que cayera al suelo.

—Tranquilos, solo soy yo.

Se volvieron hacia esa misteriosa persona, solo para encontrara a tu novio de lo más normal.

—Ah, hola Ukyo —le diste una cálida sonrisa.

—Hola ______________ —te dio una sonrisa ladina.

—Ah, ¿hola? ¿Qué acaso soy invisible aquí o qué? —bromeó tu bestie.

—No, no, no seas exagerado Yugo. Claro que no eres invisible —aseguraste pasando un brazo por detrás de su cuello.

—¡Oye! —bromeó tratando de zafarse de tu agarre.

Siguieron jugando juntos mientras un peli-azul era sacado de sus cabales.

Poco a poco iba cerrando sus puños con fuerza, volviendo sus nudillos blancos por la fuerza ejercida. Los veía a ambos con un aura amenazadora, y si las miradas mataran, Yugo ya estaría 10 metros bajo tierra.

—_______________, vayamos a otra parte —interrumpió su juego Ukyo con un tono enojado.

—¿Qué? —respondiste confundida.

—Vámonos —seguido te tomó la muñeca y ambos desaparecieron en las sombras.

—¿_______________? —preguntó tu amigo buscándote por todos lados del bosque—. ¿______________? —preguntó de nuevo, obteniendo nada más que un rotundo silencio por respuesta.

Lo prometido es deuda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo prometido es deuda. Aquí está el de Ukyo Ibuki. Espero que no sea la única a la que le gusta este hermoso chico. Empezaré a escribir ahora otro de Appears, porque si no escribo uno de él, me sentiré incompleta.

Sam fuera.

Tipos de Novios Beyblade -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora