•4°

17.4K 1.8K 1.3K
                                        

Harry Potter.

Después de aquello, todo el mundo festejo por la caída definitiva de el quien no debe que ser nombrado. A los mortífagos que sobrevivieron se les asignó el beso del dementor.

Habían hecho una ceremonia para Cedric en la que no pude dejar de llorar, desde aquel día no me había dignado a comer bien, mucho menos a dormir.

Hermione y Ron estaban muy preocupados por mi, en las noches tenía pesadillas en donde revive aquellos momentos, la muerte de Cedric me perseguía.

Casi todas las noches voy a la Torre de astronomía en donde solía ir por las tardes con el.

Me suelo torturar recordando todos los bellos momentos que había tenido con el encantador príncipe de Hufflepuf.

Cuando nos gustaba ir a dar un paseo por ahí tomados de las manos, cuando volábamos en las escobas y jugábamos.

-Maven...

Saboree el nombre que me había dicho este Cedric, fue una vez que estábamos caminando por las mazmorras y Cedric me dijo que había soñado con un pequeño bebé de piel blanca, grandes ojos verdes y cabello castaño.

("Flashback")

-Vamos, Harry, sería hermoso tener a un par de copias nuestras corriendo por una linda casa.

La dulce voz de Cedric resonó en mis oídos, solté un risa y después volví a acariciar el sedoso cabello castaño del Hufflepuf.

-¿Tu lo vas a engendrar?.

Pregunte con burla mientras Cedric me miraba con un tierno puchero en sus labios, sonreí ante su manera tierna de suplicar.

-Tu eres más fuerte que yo, además algún día vamos a tener que tener descendencia, prometo cuidarte de todos tus antojos darte todos los mimos que quieras, es más prometo que yo cuidaré de él cuando lloré.

Habló muy emocionado Cedric con un brillo particular en sus ojos.

-Vale, tal vez podríamos intentarlo, pero por lo mientras no necesitamos a una copia mía y tuya corriendo por ahí, tengo 14 años pedofilo.

-No importa por ti puedo esperar una eternidad, oh diablos también tendré muchas fotos de tu embarazo, quiero que sea un niño hermoso y pintarle su cuarto amarillo con azul o podemos pintarle un fondo de nubes, seré un padre espectacular, oh diablos Harry, ¿Te imaginas al pequeño Maven entrando a Howarts?.

Reí ante toda la emoción del castaño, tome su rostro con mis manos y me incline a besar sus suaves labios.

-¿Maven?, vaya todo lo tienes calculado, me puedo imaginar una vida maravillosa a tu lado con el pequeño Mavencito.

-¿Eres feliz?.

Pregunto con una radiante sonrisa el Hufflepuf y yo se la devolví.

-Más de lo que puedes imaginar.

("Fin del Flashback")

Intenté secarme las lágrimas para marcharme de ahí pero un destello plateado me hizo voltear hacia la gran vista.

Una estrella resplandecía en el cielo como ninguna otra, sonreí ante la idea de que era Cedric viéndome desde el cielo.

"Vive por mi"

¿Cómo Cedric me pudo pedir eso?.

Eres un imbécil Diggory, es como si yo te pidiera lo mismo, apuesto que tu tampoco podrías.

"Tu eres más fuerte que yo".

No, no lo soy, ahorita mismo lo único que necesito es a ti y solo a ti.

Mire el barandal de la torre y me acerque a este subiendome en uno de los tubos mientras miraba al cielo nocturno.

-Potter No.

-¿Porqué me tenias que dejar con todo este dolor amor?.

Las lágrimas recorrían mis mejillas nuevamente.

-¿Puedo ir contigo si hago esto?.

-¡NO HARRY!.

-¿Porqué?, ¿No me amas Cedric?, ¿No me quieres a tu lado?.

Pregunte con una voz muy aguda por el llanto.

Estaba ya a nada de saltar cuando sentí unos brazos cálidos envolver mi cintura y jalarme hacía atrás.

Abrí los ojos de golpe y me gire correspondiendo de inmediato el abrazo escondiendo mi cara en el pecho de Cedric.

Aspire con ansias su aroma solo que aquel aroma a frutos del bosque y miel no inundaba mis fosas nasales, era más bien un olor a una suave colonia.

-Por una mierda Potter, ¿Qué pensabas al estar así subido al barandal?, ¿Sabías que pudiste haberte caído?, ¿No piensas acaso imbecil?.

-Cedric hablas mucho.

Dije mientras miraba a unos ojos color plata, si son muy bonitos pero no son del hermoso color avellana de Cedric.

-No soy Cedric Potter, Soy Malfoy y déjame informarte que ambos no tenemos nada en común.

-Tus brazos no son esqueléticos -Las lágrimas empezaron a volver a acumularse- Tus brazos son como los de Cedric, solo Cedric puede abrazarme.

El chico ese, ¿Como me dijo que se llamaba?, bueno quien sea apretó más el agarre a mi cintura.

-Estas roto y perdido Potter...pareces una muñeca de porcelana.

Susurro lo ultimo con una voz suave, no dulce como la de Cedric pero tal vez parecida.

-Soy la muñeca de Cedric pero en vista a que tu te pareces a él te dejare ser mi dueño hasta que me encuentre con él nuevamente.

No sabia ni que decía, estaba vacío por dentro, no sabía que sentía, lo único en lo que podía y quería pensar era en Cedric y solo en el.

Oí una, ¿Elegante? Risa salir de la boca del contrario.

-Abrázame y dime que me amas, que no te iras...que estas aqui y siempre lo estarás.

-Estoy aquí abrazandote Potter, no me iré hasta que tu me lo digas y si me dices que nos quedemos aquí siempre lo haré.

Al oír la masculina voz decir eso me acurruque más en este.

-¿Porque la maldad existe?, ¿Porque Cedric se tuvo que ir si lo amaba?.

-La maldad siempre a existido Potter, tal vez el hecho de que Cedric...es porque así es el destino y nadie puede cambiarlo.

-Lo extraño, me duele mucho, duele demasiado su ausencia, no puedo cerrar los ojos sin tener que recordar todo eso.

-Está bien, estoy aquí, duerme y veras que soñaras bien.

Asentí cansado y cerré los ojos, esa noche no soñé con nada, todo fue oscuridad, una soledad inmensa que me hacía sentir bien.

Por un largo momento me olvidé totalmente de todo, solo estaba yo en una soledad reconfortante

La Muñeca Rota De Malfoy Where stories live. Discover now