La Muñeca Rota De Malfoy

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Draco Malfoy.

Habia pasado ya otro dos, Harry habia empezado a usar buzones algo afeminados de cuando madre estaba embarazada.

Se veia tan tierno y tan hermoso con su panza que ya estaba mas que grande.

El doctor le prohibio subir y bajar las escaleras por lo que ahora se la pasaba en la biblioteca y el cuarto comiendo.

Tambien por las noches tenia que acunar a Harry con mi Magia.

-Ugh...

Se quejo Harry que seguia dormido entre mis brazos.

-Maven...

Hablo quejandose llevando una de sus manos a su barriga en donde se podia ver como la piel de esta se estiraba con las pataditas del bebé.

Pase mi mano sobre la suya.

-No empieces pequeño boxeador.

Murmure divertido con una voz ronca.

Harry abrio los ojos escondiendose en mi pecho.

-Dile a tu hijo que me deje dormir.

Murmuro adormilado Harry.

-No deja de dar patadas y realmente me esta dando un dolor de cabeza.

Harry no habia dormido en toda la noche, suspire.

-Tu maldito huron tenias que dejarme preñado, no te dejare correrte dentro de mi cuando me alivie.

-Sabias que se te olvidara, ¿Verdad?.

Solte un quejido al sentir la mordida en mi cuello.

-Callate y dame algo de comer.

Me gire para poder pasarle su vaso gigante de chocolate caliente y el cuerno con higos bañado en miel.

Harry se acomodo en la cama y empezo a comer mientras lloraba.

Lloraba de frustración, lo hacia cada vez que Maven lo levantaba a patadas.

-Ni los Dursley me pararon a patadas como tú.

Se quejo dandole un manotazo a su panza al ver como Maven volvia a patear.

Harry intento inhalar y exhalar para calmarse tomo su chocolate caliente.

-Ya amor, Maven se calmara y...

Me quede callado al sentir la cama mojada, Harry habia derramado el chocolate.

Lo habia soltado pero porque llevo sus manos a su panza.

-¡Maven!.

Chillo respirando con dificultad.

-Amor, no puedo hacer que Maven deje de patearte.

Dije mientras acariciaba su cabello.

-¡No Draco!.

Mire sus ojos estaban aterrorizados, saco otro gemido y  entonces me pare rapidamente de la cama.

Destape a Harry y entonces vi la cama mojada de sangre y agua.

-¡¿Va a nacer?!.

Aunque lo pregunte era mas que obvio, corri al cuarto del vestidor por la pañalera y....

-¡Krecher!, ¡Avisa que vamos para el hospital!.

Llegue con Harry me. Coloque la pañalera en el hombro y como pude tome a el pesado Harry entre mis brazos.