LO QUE VENDRÁ DESPUÉS

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Estaban ambos solos dentro de la celda del menor, se sentaron al borde de la cama y quedaron en silencio un momento - disculpe, pero ¿que desea hablar conmigo? - pregunto el shin-jin

- no lo se - respondió el mayor, dejando sorprendido al menor ¿entonces porque dijo que debían hablar? - solo deseo que la conversación fluya - dijo mirando al frente con una sonrisa, sus manos estaban reposando sobre su rodilla y estaba en una posición firme.

* pero como haré eso, no puedo siquiera abrir la boca de la preocupación de decir algo mal frente al gran sacerdote*- pensó shin resignado, pero alguien si o si debía hablar -...em...sobre lo de..

- hoy es un día maravilloso ¿verdad?- pregunto el gran sacerdote desviando la pregunta del menor, era claro que también quería evitar ese tema, ni siquiera daishinkan sabia porque dijo eso, simplemente salio de la nada.

- eh... supongo que si - respondió el menor, estaban dentro el templo de zen oh sama, no tenia idea de como estaba afuera y por maravilloso pues hablando serio, pues no lo es del todo.

- que bueno - comento daishinkan, y otra vez un silencio se apodero del lugar -* siento que moriré por este sofocante ambiente*- pensó shin y solo deseaba que bills volviera.

- al igual que ustedes uno de mis hijos confió en los mortales, se hicieron cercanos....y como también un sin fin de dioses que estuvieron antes de los actuales, quizá no mucha diferencia en los hakaishin pero si en los shin-jin...que cambian  en un parpadeo. El punto es que conocer a los mortales no es lo mismo que hacer amistad con los mortales ni tampoco confiar en los mortales - shin escuchaba con atención las palabras de daishinkan y sabia a que se refería con tales palabras - las reglas son por un motivo y ahora que la repasaste deberías tener todo en cuenta, esta bien lo que dijo el dios destructor, ambos deben estar el uno al otro para apoyarse, su universo no esta mal de hecho esta prosperando y en unas cuantas décadas podría estar incluso al nivel de los universos  superiores, eso si, solo si ambos trabajan arduamente.

-..gran sacerdote ¿como puedo yo ayudar a mi universo? - pregunto el shin-jin

- el trabajo de un shin-jin es ver el proceso evolutivo de sus creaciones, pero ¿como ayudar?, los ayudas tomando buenas decisiones sobre si cumplen con los ambientes necesarios, por ejemplo un suelo fértil, un ambiente confortable y bueno para vivir, con seres que evolucionen en menos tiempo, así ellos mismos crecerán, y evolucionaran con el tiempo. Como dije crear escenarios que prediquen el futuro y sean abastos para la generación siguiente, es un trabajo de años, pero el comienzo es lo que realmente toma importancia con el tiempo.

shin quedo sorprendido y realmente comprendía mejor las cosas ahora, daishinkan era tan claro y lo decía con una voz calmada que producía interés en el contrario -...muchas gracias por decirme eso, se lo agradezco mucho - dijo el shin-jin

- ese era su siguiente clase, supongo que te adelante un poco, el problema que tienes lo tuvieron todos los shinjin como hakaishin, es entendible que no comprendan a la perfección su rol, y solo el tiempo lo hará, espero esto te halla sacado un poco de la presión que tenias encima supremo kaiosama - lo ultimo lo dijo guiando su mirada al del menor, quien parpadeo varias veces para luego mirar al frente.

Sus mejillas se coloraron y su cuerpo se sentía como si estuviera flotando -*que me pasa*- pensó shin.


CORPORACIÓN CAPSULA:

-¡¡¡¡ maldita seas whis por que tuviste que llamar al sacerdote por un tema así ¡¡¡

- lo siento pero no dejaba de insistir, realmente trate de ignorarlo pero no pude - respondió el ángel al dios destructor mientras tenia una bolsa de bocaditos que escondía detrás suyo - ¿así?, pues veo que fuiste muy fácil de sobornar - le respondió el dios frunciendo el ceño.

ENCERRADO Where stories live. Discover now