Lección #2

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Lección #2

"No pongas excusas.

Si decides trabajar para cualquiera de las empresas que el multimillonario posee...

Es lo mismo que decir: "sedúceme, desnúdame, soy tuyo."

P'Gus y yo fuimos a comprar ropa de luto, quiero decir, trajes corporativos. Si debía pasar mi entrevista de trabajo, mi arcoíris de trajes surtidos y de tres piezas no tendría lugar en la empresa

—¿Estás seguro de que la última camisa que compraste no violara el reglamento en la oficina? —preguntó P'Gus riendo después de más de dos horas de visitas a las boutiques.

Sorbí.

—Ya me di por vencido con mi ropa de colores.

Obstaculizado por las bolsas de papel, me volví a un lado, con la intención de empujar la puerta de cristal de la entrada de Leesi con mis caderas. Justo al bajar las caderas con todas mis fuerzas, alguien abrió la puerta desde el otro lado al mismo tiempo.

—¡Oh! —Mi corazón saltó de miedo cuando me sentí derrumbar, pero un par de manos de inmediato me sujetaron por la cintura. Levanté la mirada, y puse una sonrisa avergonzada en mis labios.

Mi salvador me sonrió, sus ojos brillantes cuando me puso cuidadosamente de nuevo en mis pies.

—De nada —respondió a mi silenciosa disculpa. Estaba vestido casualmente en camisa y pantalones vaqueros y se veía extremadamente lindo. 

Me sonrojé por la admiración no disimulada en sus ojos, halagado e incómodo al mismo tiempo. Mis padres me enviaron a una escuela sólo para donceles y me convencieron para inscribirme en la universidad de jovencitos también. Era lo mismo en nuestra empresa, rodeado por farmacéuticas e investigadoras de R&D. Así que confía en mí cuando te digo que todo lo que sabía de los chicos era lo que había visto en You Are Beautiful y Crepusculo, lo cual, si crees en ello, no era exactamente un gran material de referencia. Podría terminar con un vampiro dispuesto a cambiarme por un millón de dólares si no tenía cuidado.

—Gracias —dije con una leve inclinación de cabeza y rápidamente lo esquivé, arrastrando a una P'Gus sonriendo detrás de mí.

—Quería pedirle su número, ya sabes —dijo  después de dar nuestros pedidos al camarero. El había ordenado ensalada y café. Me había pedido lo mismo, junto con un pequeño plato de fettuccine. Dieta nunca había sido una palabra válida en mi diccionario. En lo que a mí respecta, era una palabra inventada por el mal monstruo anti-placer.

—Hmm. —Hice el sonido evasivo, ocupada cortando las etiquetas de los precios para así poder tener más fácil el cálculo de mis gastos más tarde en casa. Tanto mi abuelo como el abuelo de P'gus eran ex-militares de escasos recursos, y nos lo inculcaron con mucha fuerza en nuestra infancia. Pones estos dos elementos juntos y tienes niños que compran poco en las librerías, incluso aunque nuestros límites de tarjetas de crédito podrían pagar mucho más que eso.

Mientras esperábamos los aperitivos, le dije a mi mejor amigo sobre las otras dos ofertas de trabajo que he recibido de empresas que eran tan bien conocidas comola empresa de P'Bright.

—Una de ellas incluso me ofreció mil dólares en el acto, como un bono por firmar.

 se atragantó.

—¿Y no lo tomaste?

Me mordí el labio.

—Realmente quiero el trabajo en Gmm. Es mi trabajo de ensueño...

El sonrió.

—Además de su jefe de ensueño, también, con su pene de ensueño...

Me atraganté con mi café.

—No tiene nada que ver con eso.

Pero P'Gus solo cantó:

—Así que piensas que su pene es...

—No, no.

Phi todavía no sabía lo que pasó o que casi me paso y cómo totalmente tuve mi paseo de vergüenza después de mi uno a uno con el playboy #1 de Bangkok.

Ayer por la noche, me quedé despierto hasta tarde para poder buscar en Google todo lo que había que saber sobre P'Bright. Wikipedia dijo que era un graduado de una de las mejores universidades de Tailandia y Cambridge y un hijo único. Su padre se había retirado hacía mucho tiempo, pero su madre era Presidente de la Junta, mientras que él había tomado el relevo de Director General hacía unos años, encabezando personalmente la entrada de la compañía en el mercado Americano.

A los treinta y dos años, lo que él logró para GMM era alucinante. Pero lo que realmente me dejó asombrado y bastante disgustado fue cómo los nombres de sus ex amantes, putas, y rameras y chicos fáciles podrían fácilmente llenar un directorio de teléfono.

—Sólo te advierto, N'Win —murmuró P—. Los romances de oficina nunca terminan bien.

Dejé escapar un resoplido impropio de un doncel, sin poder evitarlo. Romance definitivamente no era algo en el vocabulario de P'Bright. Sexo sorprendentemente caliente, sí, pero no un gran romanticismo.

Él podría haberme dado mi primer mini orgasmo, y podría mantenerme despierto con sueños húmedos consecutivos, pero no era el señor Correcto que he estado esperando.

[Terminado] Como No Ser SeducidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora