YELLOW, BLUE & GREEN (COMPLETA)- Adaptación Juliantina

9

Valentina se despertó a la mañana siguiente cuando sintió a Wolf frotando su cara contra la de ella, por lo que hizo que la chica de ojos azules arrugara su nariz y abriera sus ojos confusa. Se rio en voz baja, dando vuelta y encontrándose cara a cara con una Juliana dormida. Sus labios se curvaron en una sonrisa cuando vio la nariz de la niña contraerse ligeramente.

Ella extendió la mano, ahuecando la mejilla de Juliana pasando su pulgar sobre la piel suave de la niña. Estudio su cara, Valentina movió su mano para peinar con sus dedos el cabello de su novia.

Ella se apartó cuando los ojos de la chica se abrieron. Juliana gimió, dando a Valentina una sonrisa adormilada y moviendo la mano de la chica de ojos azules de nuevo a su pelo. Valentina no podía dejar de reír cuando Juliana suspiró y se hundió en la almohada.

"No voy a jugar con tu cabello toda la mañana", susurró Valentina, haciendo a Juliana reír en voz baja. La pequeña niña abrió los ojos una vez más, llegando a cubrir su boca antes de bostezar en voz baja. Rodó sobre su espalda, mirando hacia el techo y tarareando.

"¿Cómo dormiste?", Preguntó Valentina, rápidamente volteándose de lado y cubriendo con su brazo el estómago de la niña más pequeña. Juliana se rio y volvió la cabeza para mirar a Valentina, quien arrugó la nariz juguetonamente.

"Realmente bien," Juliana admitió, sus mejillas tornándose ligeramente rojas. Valentina levantó una ceja.

"¿Sí?"

La chica de ojos azules se rio. Ella levantó la cabeza, plantando un beso en la sien de Juliana. "¿Y por qué fue eso?" Lo que Valentina había intentado que fuera una pequeña juguetona pregunta causó que Juliana se sentara un poco, frunciendo las cejas en pensamiento.

"Duermo mucho mejor ahora", Juliana asintió suavemente, frunciendo los labios. "Creo que... creo que es porque me siento... segura. O cómoda. No puedo explicarlo. Es como si contigo, nada pudiera hacerme daño. Así que cuando me duermo, no hay preocupaciones para mantenerme despierta. ¿Tiene sentido?"

Valentina no podía borrar la sonrisa de su cara, porque era de la misma manera que se sentía. "Tiene mucho sentido", sonrió. Justo cuando estaba a punto de poner la cabeza en la almohada, la atención de ambas chicas fue sorprendida por el sonido de maullar viniendo desde la puerta. Juliana se rio cuando Valentina gimió, sentándose y mirando al culpable, quien impacientemente pateó la alfombra delante de él.

"Eres peor que Juliana cuando se trata de comida," Valentina murmuró. La pequeña niña a su lado resopló, sentándose y dando a su novia una mirada juguetona.

"Bueno, está bien, hazme hacerle de comer al niño," Valentina bromeó, arrugando la nariz ante Juliana antes de sacar las piernas de la cama y siguiendo a Wolf a la cocina.

"Solo quieres tener tu comida, ¿verdad?" Valentina murmuró, mirando el gato que estaba sentado expectante sobre el mostrador. La chica de ojos azules se rio para sus adentros mientras colocaba su plato frente a él.

Valentina se tomó unos minutos para hacerse una taza de café, apoyada en el mostrador y mirando por la ventana.

Solía odiar las mañanas. Pero cuando conoció a Juliana, era prácticamente imposible dormir con la chica enérgica constantemente metiéndose en problemas. Y entonces, se encontró cada vez más amando más las mañanas. Le encantaba el silencio pacífico. Era como un nuevo comienzo cada vez, estableciendo el tono para el resto de su día. Y las mañanas eran siempre maravillosas con Juliana a su lado.

Ni siquiera estaba sorprendida cuando oyó pasos suaves detrás de ella, sintiendo un par de brazos pequeños envolverse alrededor de su cintura. Juliana apoyó la cabeza en el hueco del cuello de Valentina, tarareando en voz baja. Valentina no pudo evitar dejar su café y girar para que ella pudiera poner sus manos sobre los hombros de la niña más pequeña.