Kagaku Jikken: LXIX

975 142 240
                                    

Papi es muy estricto conmigo, no me deja salir solo, y en más de una ocasión me ha dicho que si lo llego a hacer...no sabe de lo que sería capaz. Me preguntaba por qué papi decía eso, el no me quería y eso ya me lo había dicho muchas veces; pero aunque papi me había pegado en más de una ocasión ¿Que otra cosa podría ser capaz?

—Hijito. —

Subí la mirada y ví a papi enfrente de mi dejé el libro que estaba leyendo y lo mire fijamente.

—¿Si? —

—Es hora del baño, recuerda que hoy iremos a visitar a alguien. —

Sonreí alegremente, papi me llevaría a conocer a esa persona, sin embargo papi no lucía feliz pero tampoco enojado; de nuevo el mismo ritual de ocultar mi cabello bajo una peluca y pintar mi rostro para ocultar mis pecas.

—Oye, papi. —

—¿Que? —

—¿Por qué tapas mis pecas y ocultas mi cabello? ¿Soy muy feo? —

—No es eso, hijito. Es solo que no puedo arriesgarme a que sepan de ti. —

—Uhmm, ¿Entonces como voy a hacer amigos si no puedo mostrarles cómo soy? —

—Jikken, hay gente que sin necesidad de ocultarse nunca muestra como es en realidad. —

—Uhmm...—

Papi terminó de vestirme y arreglarme, luego de eso apenas salimos del laboratorio había un auto esperándonos afuera; nos subimos a el y este comenzó su marcha. Papi está vez no se había ocultado tanto como la vez que fuimos al parque, de hecho, me había vestido con una especie de traje semi-formal al igual que el, el trayecto fue rápido y al detenernos en frente del lugar donde habíamos ido con anterioridad, papi me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia la casa.

Por dentro era una casa elegante, tenía mucha curiosidad de caminar y correr por el lugar, pero papi no me lo permitió. Unos hombres abrieron una puerta que daba hacia una enorme oficina y estando allí, nos encontramos con otro hombre, este utilizaba un cubrebocas y estaba sentado en un sofá elegante.

—Buenas tardes, Kagaku-san. —Habló el chico.

—Vaya, hasta que por fin puedo contactar contigo, Overhaul. La semana pasada me dejaste esperándote. —

Papi avanzó y se sentó en un sofá frente al hombre del cubrebocas, yo me quedé de pie junto a la puerta, me sentía nervioso por ver a alguien nuevo, no conocía a nadie que fuese mi papi, y el día del parque me ví incapaz de hacer amigos por mi timidez y su rechazó.

—Si, me disculpo por eso, pero tuve un imprevisto que tuve que resolver. En fin, ¿Trajiste lo que acordamos esa vez? —

—Por supuesto que sí, ven hijito, acércate. —

Obedecí a papi y comencé a caminar a paso lento hasta posicionarme a su lado; papi procedió a quitarme la peluca de mi cabello y borro el maquillaje que me había puesto en mis mejillas para ocultar mis pecas, comencé a ponerme nervioso y a inquietarme.

—¡Papi, me va a ver! —

—Calma, hijito, no pasa nada. —

—¡Pero, papi...!—

—¡Que te calmes, maldita sea! —

—Creo que estás asustando al niño. —Intervino Kai. —

—¿Eh? No, no. Jikken normalmente es nervioso y asustadizo, no es como si me tuviera miedo, ¿Verdad que no, hijito? —Sonrió.—

Papi me miró con una sonrisa que me llenaba de confusión, cuando el me sonreía muy seguido significaba que me iría muy mal; pocas veces papi me sonreía con genuinidad. El hombre frente a nosotros me miró asombrado y luego observó a papi.

Personalidad Doble. BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora