ᵐᵒᶜᵒˢᵒ. [K̶a̶t̶s̶u̶d̶e̶k̶u̶] |Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ|

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-¡Son tan hermosos los bebés omegas!. -expresaba con alegría al sostener al bebé color verde mientras esté reía como un recién nacido.

Lo que era.

-Solo son hermosos cuando son niños, después se vuelven putas. -El Bakugo menor solo apagaba nuevamente la televisión mirando como su madre aplastaba su cara contra la del el pequeño bebé en sus manos.

-¡Vuelve a llamarlo puta y recordarás este día como uno de los peores. -La amenaza no fue bien recibida ya que solo le resto importancia el único chico allí presente.

-¿Que harás con ese niño?, Tenemos que reportarlo. No es nuestro. -volvió a protestar.

Hablaba con verdad, el niño no siquiera de estar en esa casa o esa ciudad, corria peligro con el hecho de ser una zona infestada de alphas y Betas.
Aunque la madre solo se le quedó mirando a los ojos al pequeño bebé verde, le encantaba el aroma que estos expedían, la hacía nuevamente crecer un deseo de maternidad enorme, su interior volvía a llenarse como al haber parido a sus gemelos.

Aunque no era la misma seguridad de esos años.

-Izuku... Bakugo Izuku... Me gusta...

La alegría de la mujer menos fue notoria al expresarla con un gritillo de alegría notoria para los presentes, ignorando sus instintos o posición, el niño sentía el ambiente cálido y alegre provocaba más risas en el.

-A ¡Izu le gusta! ¡A Izu le gustan mis feromonas!. -aumentaba más y más su deseo de querer acercarse al bebé y embriagarlo con su aroma de alpha. -¡A Izuku le gustó madre!.

Ambas alphas sentías que el niño los aceptaba como familia.
Su madre aún con el bebé en brazos le dió una sonrisa serena mientras aún mimaba al niño, el que estaba asqueado de tales escenas solo era el de cabellos de cenizas, se levantó abruptamente dejando esa habitación llena de aromas llamativas y florecientes.
Odiaba el hecho de que un Omega se quedará en la casa y más uno que ni relación de sangre conllevan, le bastaba con su pesada hermana, era suficiente tener que tolerar sus caprichos e insultos, sacando que debía ayudarla obligadamente en cosas que le dan más que asco.
El deseaban poder querer el paso libre hasta que se largara de la casa pero tampoco podría hacer cambiar la opinión de las Rubias Bakugo ya que ambas parecían empeñadas en mantenerlo en la casa como si de un perro se tratase.

-Esa cosa va a pasarla mal en una casa de alphas...

Sus susurros no llegaban a nadie pero era conciente de lo imprudente que era su familia al estar emocionada y no pensar sobre las consecuencias de ello, el joven sabía que iba a ser un gran dolor de huevos tener que soportar ese olor a menta.

Mientras las dos rubias aún seguían abrazando y mimando al niño, provocando felicidad en el menor olor a menta.
Aunque nadie sacando al rubio era conciente de lo inestable que se volvería eso al paso de los años.

El futuro era una perra con los buenos.

Tengo miedo no quiero publicarlo, pero bueno, acá solo una persona me conoce en la vida real no pierdo nada.
Además de que bueno, ella sabe que me gusta el Yaoi supongo(?

;_; soy lamentable..