💥[III]💥

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—Asui-san

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—Asui-san.. ¿Se quiere casar conmigo una vez que esté alto?. — pregunto el inocente pequeño de cabello cenizo.

La peliverde sonrió soltando una risita por la inocencia y valentía que este traía consigo para soltar aquellas palabras.

Los pequeños estaban todos jugando entre ellos a la casita o armando figuras con los bloques de colores, a excepción de ese rubio que estaba además de rojo de la vergüenza con lágrimas en sus ojos, orgulloso y a la vez temeroso.

Ya que nadie tenía la valentía de confesarse frente a todos pero a la vez la timidez y vergüenza en el era gracias a la experiencia de confesarse y saber que puede llegar a salir rechazado.

Frente a un montón de niños malcriados y jodidos.

—¡Katsuki se confesó a la profesora!. — grito uno alertando a los demás.

Varios murmuraban o se reían de aquello o solo ignoraban eso ya que no les importaba mucho era más importante sus juegos.

—Ya, ya niños... — intento calmar la supervisora del lugar aprovechando el momento para hacerlos terminar de jugar. —Bakugou-san.... Sabemos que usted es un alumno ejemplar además de muy buen portado. — con aquello último fue sinceramente cierto pues a sus ojos el menor se encargó de quedar como un ángel. —Pero aunque crezca o espere mucho tiempo es imposible... ¿Por qué?

Pregunto al menor recordándole lo aprendido hace unos días.

—Los alphas están correspondidos a estar con los de su par, ya que debemos de mantener la estabilidad de los alphas, debemos ser los mejores de la raza.

—¡Muy bien! — ánimo la mayor acariciando esos cabellos rubios, aunque su rostro mostrará dulzura.

Sabía que aquello era nada más que mierda complacista para la ley, odiaba tener que implementar a menores cuales eran sus obligaciones por su tipo de raza, odiaba el segundo género.

—¡Yo puedo ser un Beta por usted! — propuso el menor en enormes lágrimas.

La mayor respondió con una enorme sonrisa intentando calmar a su alumno y diciendo que era un niño grande para llorar o tratando de sacarle una que otra risa con cosquillas.

—Bakugou-san usted algún día encontrará a su ser ama...

Pues la frase nunca la pudo terminar de recordar ya que de aquella mujer solo tenía ese tipo de escasos recuerdos, después de todo deberían haber pasado alrededor de quince años o más desde que vio a esa hermosa mujer beta.

Su profesora de jardín fue aquella que le enseño indirectamente por qué aborrecer a los de su clase al punto de odiar todo su ser solo por un amor de niñez.

ᵐᵒᶜᵒˢᵒ. [K̶a̶t̶s̶u̶d̶e̶k̶u̶] |Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang