ᵐᵒᶜᵒˢᵒ. [K̶a̶t̶s̶u̶d̶e̶k̶u̶] |Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ|

💥[IV]💥

El basto sentimiento de culpa no era el mínimo problema que pasar por la cabeza de Bakugou, sus sentidos estaban tomando posesión de su cuerpo y no la cordura.
Intentaba al menor tener un poco de voluntad propia para separar su cuerpo diminuto de el suyo, pero sus instintos eran más fuertes que su voluntad.

Sus labios estaban aún siendo tocados por los rosados y pequeños labios de su par, Midoriya Izuku.

Su pequeño hermano de diez años estaba tomando todo sentido de su cuerpo sin siquiera notarlo.

-Kacchan... - murmurro entre cada beso, el cual ambos daban a instinto.

Internamente se reprimia y abofeteaba por tocar al niño, deseaba entrar en razón o que su madre entrara para detener todo ese caos que se estaba formando en su cabeza y cuerpo.

El menor solo jadeaba o seguía lentamente el pequeño juego de picos, entre risitas o llamados al rubio expresando se le daba cosquillas o le gustaba, sin ser aún conciente de lo que en verdad pasaba en esos momentos.

Se dejaba llevar por el amor que le expresaba el rubio.

Sus pequeñas manitos se dirigían a las mejillas del mayor para detenerlo, ya que la falta de aire por la risa o los besos era demasiado, pero Katsuki no tenía la intención de detener su acto, su alpha estaba siendo saciado con simples besos, ni el mitad y mitad había logrado tanto.

Sus instintos deseaban saber que pasaría si eso llegaba a más, su lobo estaría proclamando a su Omega, en un acto ilegal.

-Nii-chan...

Los infames deseos aún lo acechaban, estos estaban listos para mostrarse frente a sus ojos lastimado su cabeza de forma despiadada, podía aún sentir el cuerpo de su pequeño frente al suyo, escuchando su adorable risa al esparcir pequeños besos en esos cachetes.

—Hermano... —volvieron a llamar desde abajo del suelo. —¿Seguro que quieres quedarte? Verás a Denki en un ataque de rabia, es algo gruñón al tener alphas a su alrededor más si están en calor. —dijo subiendo por la escalera del ático intentando sonar agradable.