⛤Pele, la ira como fuente de energía⛤

2.5K 92 2
                                    


Historia:

Érase una vez dos hermanas enfrentadas por el amor de un hombre. Una de ellas había seducido al marido de la otra quien se enfadó tanto que iniciaron una persecución por toda la tierra. Cada vez que Pele, la seductora, encontraba un lugar donde esconderse, su hermana, diosa del agua y los mares, lo inundaba todo. Así siguieron hasta que Pele descubrió la montaña más alta de la tierra, el Mauna Loa. 

Como su hermana no podía llegar hasta allí, decidió instalarse en ese lugar. Invitó a todos sus hermanos y les consagró otros montes. Pele favoreció a su hermana pequeña que era su favorita. Nuestra protagonista, adoptó un cuerpo físico para visitar la isla y se enamoró de un joven mortal, pero como era una diosa, debía volver a su forma de espíritu. Pele pidió a su hermana pequeña  que llevara al joven hacia ella, una vez que hubiera vuelto a su forma original. Pero el muchacho había muerto de pena. La diosa consiguió devolverle la vida y juntos marcharon en busca de Pele. Ella tuvo sus dudas, se sintió traicionada, montó en cólera y envió una oleada de fuego contra su hermana y su amante. ¿Quién murió? El chico, claro, que era el mortal.

 Afortunadamente, otro de los hermanos, que andaba por allí, alcanzó el espíritu del joven y pudo restaurarlo en su cuerpo, devolviéndole la vida. Después de esto, volvió con la hermana pequeña de Pele, quien lo había estado ayudando, y juntos vivieron felices.

Pele es la diosa del fuego, los relámpagos, los volcanes, la danza y el viento. Posee el poder para crear y para destruir. Un volcán destruye todo lo que tiene a su alrededor, pero la lava, cuando se enfría, deja nuevos terrenos, además de que sus cenizas dejan un terreno fértil para el cultivo.

La ira, la furia, el enojo, la cólera, son expresiones de nuestro ser frecuentemente reprimidas y enterradas en nuestra sombra. A veces estos sentimientos explotan como el volcán cuando no han podido ser expresados previamente de una manera natural.

Esta cólera no expresada en el ser humano provoca diversas enfermedades como depresión, ansiedad, obesidad, la furia no expresada hace que la persona enferme del hígado. ¿Por qué no podemos expresar nuestro enfado? Los niños naturalmente expresan muy bien su enfado, igual que su amor. 

Si nos ponemos a observar a los niños, por ejemplo en un parque infantil, podemos aprender mucho. Un niño se acerca a otro y, sin conocerle de nada, va y le dice: ¿jugamos, estoy aburrido, quieres ser mi amigo? El otro normalmente suele contestar que sí, pero también si está enojado puede decir no, sin miramientos. Luego si se enfadan pueden pegarse un empujón o un grito y al momento siguiente darse un abrazo sin más. Si los adultos no intervinieran en estas reyertas las cosas no se complicarían como suelen hacerlo. El niño comienza a reprimirse, si se enfada los mayores le regañan y pierde su cariño. 

Las mujeres estamos aún más reprimidas que los hombres, si mostramos nuestro enfado somos tratadas de arpías, porque "una buena señorita no se enfada nunca, y menos aún lo demuestra en público". Pero esa ira existe, la sentimos por multitud de motivos. Y reprimirla sólo nos hace enfermar. Cuando no se expresa el enfado, o cuando sus causas no desaparecen, esa ira se transforma en furia, en la explosión de un volcán que se lo lleva todo por delante, y luego se arrepiente de haber matado al ser que amaba (como en la historia de Pele, que arroja su fuego contra su amado y su hermana favorita).

¿Qué nos aporta Pele? 

Nos recuerda que poseemos una fuerza creativa responsable de dar forma a nuestra vida. Nos reconecta con nuestra fuerza, pasión, creatividad y con la habilidad de deshacernos de lo que no necesitamos. Nos transmite la imagen de una mujer con fuerza, valentía y dignidad.  Nos ayuda a canalizar y usar la ira de una forma beneficiosa, de manera que no nos lastime a nosotros ni a nuestros seres queridos. la idea es usarla a nuestro favor, y liberarnos.


En su altar puedes colocar los siguientes elementos:

- piedra volcanica.

- velas rojas, amarillas o naranjas.

- una manzana roja.

- bebidas oscuras, como vino o jugo de frutilla.

- tela roja o negra.

puedes añadir alguna imagen de ella si gustas 


Mi Libro De Las Sombras (Book Of Shadows) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora