Caótica Magia

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NOTA: La canción insertada no es para una escena específica; en sí, plasma toda la esencia del capítulo. :) 

NOTA2: Capítulo extremadamente súper largo (sorry). Prepárense palomitas xd 

***


Porque ninguna realidad puede,

ser más tibia y reconfortante

que nuestro pequeño rincón,

un rincón de luz azul. 

El cielo apagado de las veinte horas había tragado con su oscuridad cualquier resabio de luz solar, siendo la luna y sus estrellas la joyería del firmamento, aun cuando las luces mecánicas de la ciudad robaran su intensidad natural, dejándolas déb...

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El cielo apagado de las veinte horas había tragado con su oscuridad cualquier resabio de luz solar, siendo la luna y sus estrellas la joyería del firmamento, aun cuando las luces mecánicas de la ciudad robaran su intensidad natural, dejándolas débiles y tiritantes a la lejanía. Iba sentado pegado a la ventana, y el autobús en movimiento hacía ver como una rápida película las calles urbanas de Tokio, desfilando hileras de postes con luz blanca pareciendo una fugaz estrella interminable, extendiéndose a lo largo de avenidas concurridas con gente eufórica y bien vestidas saliendo de sus trabajos, dispuestos a ahogarse en diversión por ser fin de semana. 

Dos horas con media más duró su pequeño paraíso en aquel paradero, mientras las horas del día se acababan, autobuses pasando sin que Kuroko y Midorima notaran su arribo. Y pudieron continuar así, indiferentes al frío colándose entre sus abrigos o la noche espesando el cielo; aun cuando calles empezaron a poblarse y ya no eran solo ellos esperando transporte; siendo el sonido de bocinas, conversaciones ajenas y el constante golpeteo de una polilla con el alumbrado público una intermitente música de fondo, apagada, apenas audible... porque, para ellos, la ciudad se hallaba tranquilamente lejos. 

Aquella sería la escena - conforme se lo permita la memoria - uno de los recuerdos más nobles que Kuroko acariciaría al cerrar los ojos, aferrándose a el y otros tantos semejantes muchos años después. 

No fue hasta una llamada entrante al celular de Midorima en que retrotrajeron sus existencias a la realidad, ambos despertaron de sus ensoñaciones personales; entonces los ruidos urbanos adquirieron su bulla usual y ellos parpadearon con pequeña conmoción, rindiendo atención al panorama cotidiano desenvolviéndose ante sus ojos, pero aquellos jóvenes ignoraron por horas.

Al parecer la llamada de Midorima tenía apremio de urgencia, pues sus palabras modularon disculpas presurosas al auricular, ojeando la hora a su reloj de pulsera y de un brinco se paró. Sus ojos verdes dieron fugaces miradas a Kuroko, como si buscara un permiso o, también, pidieran disculpas. El peliceleste comprendiendo el lenguaje de su silencio, asintió con media sonrisa, consciente que su plática había extendido más del tiempo planeado, cuyo título ya no podría ser "conversación casual" sino confidencia; y aunque ninguno tenía ánimo de culminarla, mejor sería dejarla incompleta, eso dejaba una excusa para poder continuarla en otra ocasión y convivir con la compañía del otro una vez más.

Síndrome H .-  (KurokoNoBasket)Where stories live. Discover now