Norman

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Muchas piezas, legos, maquetas de edificios y revistas de arquitectura llenaban la ordenada habitación del chico peliblanco de 12 años de edad, de ojos azules y piel blanca.

Permanecía tranquilo sentado en su escritorio mientras hacía sus tareas responsablemente, más que nada, por algo era el mejor alumno de su escuela y con las mejores notas, era extremadamente inteligente, sus padres deseaban que estudiara medicina y siguiera la tradición familiar, pero no, su sueño era ser arquitecto, el médico de la familia no sería el. "Lo siento papá, mamá" - les decía constantemente, apenado.

-Norman ya está listo!-gritó un chico desde la habitación continua, desconcentrándolo de su labor escolar.

El entusiasmo lleno el pecho de Norman y rápidamente corrió a la otra habitación.

-Oliver! ¿Ya está listo?-preguntó emocionado.

-Si mira, siéntate.

-Ohh! esta genial, gracias hermano!

-No puedo creer que te entusiasmes tanto sólo por eso, ya no tienes 6 años Norman.

Ante el comentario Norman se sonrojó y rió nerviosamente. Efectivamente el ya no tenía 6 años, si no el doble pero eso no sería impedimento para sentir emoción cuando su querido hermano mayor le construía barcos de papel u otros regalos, es que le encantaban de sobremanera, los detalles y prolijidad con el que estaba hecho.

Además era su pasatiempo favorito que tenía junto a él, y no desaprovecharía nunca una oportunidad así y menos cuando dentro de muy poco Oliver pasaría menos tiempo en casa ya que entraría a una prestigiosa universidad para estudiar medicina, él era definitivamente el orgullo de sus padres. Aunque Norman no se sentía mal por eso, sólo triste de no poder pasar más tiempo con él.

-¿Vas a salir ahora con el barco?-preguntó Oliver, sacándolo de sus pensamientos.

-Si, está ideal afuera para que el barco navegue fluidamente.

-Bien, entonces ve al sótano y trae el tarro de aceite, si no quieres que el barco se moje y se hunda al instante.

-E-esta bien..-respondió con nerviosismo.

Otra vez, bajar a ese oscuro, maloliente y lúgubre sótano de su casa. Que desde que tiene uso de razón lo aterrorizaba. Abrió la puerta y en segundos sus fosas nasales se llenaron del característico olor de ese lugar; humedad madera podrida y quizás alguna rata muerta en algún rincón.

Bajó con cautela ya que las raídas escaleras en cualquier momento se quebrarían, así que lentamente fue bajando para encender la luz, miraba con atención cada paso que daba por miedo que aquella mano peluda de sus pesadillas y con la que Oliver solía asustarlo de pequeño, apareciera de entre medio de las escalas y lo jalara quien sabe donde.

-Por favor Norman!!! tienes 12 años, no tiene nada de lógica lo que piensas!-se regañó así mismo ante aquel infantil pensamiento.

Norman es inteligente, analítico y no se deja llevar por cosas así, pero ese sótano tenía algo raro y siempre rompía con toda lógica en su cabeza.

Aún así dispersó todo pensamiento irracional y rápidamente encendió la luz para salir lo antes posible de ahí.

Tomó con sus manos el tarro de aceite y algo le llamó la atención, detrás del tarro había un viejo póster donde se mostraba un búho, de brillantes y atrayentes ojos, se quedó hipnotizado unos momentos observando.

-"El Búho"..-murmuró para sí mismo.

-Norman apúrate! ¿O acaso te agarró la mano peluda?-preguntó Oliver desde arriba.

Lo que habita en Neverland  (The Promised Neverland)Where stories live. Discover now