Gilda

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Cómo era de costumbre, después de las clases Gilda asistía a una academia de modas cercano a su escuela un par de días a la semana, su pasión desde muy pequeña cuando con una simple aguja e hilo era capaz de crear hermosa ropa para sus muñecas, luego con los años este talento fue avanzando al punto de diseñar y crear su propia vestimenta y accesorios, afortunadamente sus padres tenían una buena situación económica y se podían dar el lujo de consentirla en todos sus deseos.

Sus padres la sobreprotegen de manera exagerada por lo que consideraban que el al menos la pasión de su hija era de bajo riesgo y no la expondría a grandes peligros ni pasatiempos o juegos más peligrosos.

Tenían un especial cuidado en ella debido a que nació prematura, siendo muy enfermiza cuando era bebé, esto en parte provocó que la mayor parte de su infancia se la pasara en hospitales por cualquier razón cuando en ocasiones no lo ameritaba realmente. 

Sus padres se habían vuelto un tanto obsesivos respecto a su salud, por lo que le prohibían muchos juegos, afortunadamente Gilda era inteligente y sabía ocultar bien a sus amigos Emma y Don, con quien acostumbrada a estar casi todo el día haciendo locuras. Y justamente por su crianza suele ser como una madre con sus amigos al querer cuidarlos siempre.

En la escuela, y fuera de su casa ella se permitía ser una niña normal sin contenerse, adora correr y jugar en los Barrens con los chicos.

Aquel lluvioso día y por las inundaciones se había retrasado un poco para llegar a sus clases, teniendo que correr más de la cuenta y se estaba poniendo nerviosa por recibir algún regaño de su terrorífica maestra.

-No corras demasiado Gilda!! recuerda que eres delicada!-escuchó la voz de su madre en algún lugar dentro de su cabeza-La ignoró y siguió corriendo para no ver la fea cara de su maestra enojada, quien estaba muy loca además. Al cruzar unas calles le pareció ver una especie de globos rojos flotar en el agua que además se movían en sentido contrario al torrente, se quedó unos segundos mirándolos fijamente y una sensación de incomodidad recorrió su cuerpo por lo que apuró el paso.

-Pésima combinación-pensó. Cuando se ponía nerviosa o tenía miedo sus ataques de asma se exacerbaban y tenía que recurrir a su fiel inhalador. Aspiró profundamente aquel gas antes de entrar al edificio, luego respiró aliviadamente ya que logró llegar justo a tiempo. Aún la imagen los globos daban vueltas en sus pensamientos.

-¿Qué hacían esos globos ahí?-Se preguntó.

Y así sus clases transcurrieron con normalidad, entre cientos de trozos de tela y hojas con bocetos de ropa repartidos con en el gran mesón donde estaban sus otros compañeros en tareas similares.

Hasta que llegó el término y era hora de volver a casa, todos fueron saliendo de a poco hasta que quedó una sola persona en la sala; Gilda, quien seguía concentrada en uno de sus diseños, no se había dado cuenta que se había pasado de la hora hasta que una persona del personal de aseo que se encontraba barriendo le avisó que pronto cerrarán por lo que comenzó a ordenar sus cosas para volver a casa.

Aún con calefacción encendida la sala se sentía bastante fría, y algo incomodaba a Gilda haciéndola sentir inquieta. 

Rápidamente se puso de pie para salir, pero de pronto escuchó una grave y áspera voz, llamando su nombre-Gildaaa- Se volteó lentamente, nerviosa, no conocía nadie con esa voz, pero no había nadie, ella estaba sola en la sala, rodeada de los maniquíes para probar los vestuarios, observó de manera nerviosa cada de uno de los muñecos por si había alguien escondido entre de medio de ellos, pero no había nadie.

Estaba absolutamente sola.

Pero había algo extraño en los maniquíes, todos calzaban distintas ropas diseñadas por sus compañeros pero, había uno especial, de cuerpo completo que estaba envuelto en muchas tiras de telas color blanco, parecía una momia. Y además, ella no recordaba que nadie hubiera hecho algo así, no estaban en temporada de diseñar disfraces o algo por el estilo.

Lo que habita en Neverland  (The Promised Neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora