Club de los Perdedores

226 32 26
                                    


Aquel día hacía un buen tiempo, la primavera se acercaba y los días lindos de sol más cálidos se volvían frecuentes.

Ray de hace tiempo que tenía deseos de ir a Los Barrens, un lugar lleno de árboles y rica vegetación, así que en cuánto hubiera buen tiempo iría a fotografiar aves, se pasó un gran rato revisando los libros de la biblioteca hasta encontrar una buena guía de las aves que habitaban en la zona.

-"Aves de Derry"-leyó Krone-Este es un buen libro Ray, aquí hay muchos tipos de pájaros hermosos-dijo mientras llenaba los papeles de rutina de la biblioteca.

-Si, tiene muy buenas imágenes, espero poder lograr fotografiarlas.

-Si lo logras me las muestras, ten, es todo tuyo-dijo Krone mientras le entregaba el libro.

-Muchas gracias, por su puesto que se las mostraré, hasta luego Sra.Krone.

-Hasta luego Ray, ve con cuidado, ya sabes por que, no te quedes hasta tan tarde y evita andar sólo.

-Si, lo sé, gracias.

Ray comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca mientras guardaba el libro en su mochila.

"Cuidado con las piedras"-escuchó.

-¿Eh?

Se volteó extrañado para preguntarle el por qué de esas palabras, pero Krone se había movido de su puesto y se encontraba al fondo en unos arreglando unas estanterías, no podría haber sido ella.

Prefirió quitarle importancia por lo que siguió con su camino, al salir notó que a cierta distancia estaban los matones de siempre, chasqueó su lengua molesto y tomó un camino alternativo para perderlos de vista y de manera rápida para no ser visto.

Luego de caminar alrededor de 20 minutos llegó a la entrada de Los Barrens, aunque más que entrada era una especie de bajada de tierra llena de plantas, fue precavido por lo que llevó ropa cómoda y un buen bolso para guardar adecuadamente la cámara fotográfica que le había regalado Leslie en su cumpleaños anterior.

Caminó entre la maleza y  la múltiple vegetación que caracterizaba tanto a aquel terreno hasta ubicarse a lo profundo del bosque, con sus binoculares observó hacia la copa y ramas de los árboles en busca de pájaros, y en su otra mano cargaba el libro, iba comparando e identificado por el color de las, plumas, tipo de pico y tamaños de las distintas aves que encontraba.

También iba clasificando los árboles según el tipo de fruto que daban o por los insectos que vivían en él, ya que ahí encontraría otro tipo de ave, y así, se pasó gran un agradable momento fotografiando muchos tipos de aves distintas, en cuanto llegara a casa se las mostraría a Leslie y junto, seleccionarían las mejores para llevar a revelar a alguna tienda y sumar más fotografías a su álbum de fotos.

De pronto escuchó el fuerte canto de un ave en uno de los árboles, lo reconoció enseguida, ese era el canto de un petirrojo. Siguió el ruido y mirando con los binoculares puestos hasta que logró ubicarlo; era grande, algunas de sus plumas y cola eran totalmente azuladas, le recordó a un pajarito que tuvo de mascota cuando era pequeño, era hermoso y también tenía plumas azules, se llamaba Ner.

Le encantaba darle gusanos y semillas de alpiste de comer, y también meter su pequeño dedito entre las rejillas para que Ner lo picoteara, Ray sentía muchas cosquillas por lo que le resultaba muy divertido.

Pero un día se comenzó a cuestionar algunas cosas al hacer contacto visual con los pequeños ojos del ave, para él no era una simple mascota, era como su amigo y quería tenerlo para siempre junto a él, pero aquella mirada vacua y opaca, le hicieron sentir triste, vació y atrapado, con sólo 7 años de edad se dio cuenta que esa pobre ave enjaulada estaba siendo privada se libertad sólo por el egoísmo de un pequeño niño.

Lo que habita en Neverland  (The Promised Neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora