Capítulo 77

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[editado]

Las puertas de roble de la entrada estaban abiertas y la luz del interior iluminaba el sendero y la extensión de césped.

Poco a poco, con vacilación, empezaron a salir profesores y alumnos en pijama bajaron los escalones y miraron alrededor, nerviosos, en busca de alguna señal de los mortífagos que habían huido en plena noche.

Sin embargo, los ojos de Harry estaban fijos en el pie de la torre más alta desde ahí podía ver el cabello rizado de su hermana aunque se negaba a eso le pareció distinguir un bulto negro acurrucado sobre la hierba, aunque en realidad estaba demasiado lejos para ver nada.

Pero mientras contemplaba el sitio donde calculaba que debía yacer el cadáver de Dumbledore o el de su hermana, reparó en que la gente empezaba a dirigirse hacia allí.

—¿Qué miran? —preguntó Hagrid mientras se acercaban a la fachada principal con Fang pegado a sus talones — ¿Qué es eso que hay en la hierba? —añadió de repente, y vio hacia el pie de la torre de Astronomía, donde se estaba formando un pequeño grupo — ¿Lo ves, Harry? Allí, al pie de la torre. Debajo de la Marca... espero que no se haya caído nadie.

Hagrid guardó silencio, porque acababa de pensar algo demasiado espantoso para expresarlo lo que sí era real e ineludible era la espantosa presión que notaba en el pecho…

Se abrieron paso como sonámbulos entre murmullos de la muchedumbre hasta la primera fila, donde los estudiantes y profesores habían dejado un hueco.

Harry oyó el grito de dolor de Hagrid, pero no se detuvo siguió avanzando despacio hasta el sitio donde yacía su hermana y se agachó a su lado.

Harry había comprendido que no había nada que hacer en cuanto quedó libre de la maldición, no estaba preparado para ver allí, con los brazos y las piernas extendidos, _____ se encontraba en el suelo su varita estaba a su lado mientras llevaba su mano abierta sus ojos estaban cerrados y de sus labios salía un hilo de sangre

Harry oía los murmullos a sus espaldas y al cabo de un rato, que a él le pareció muy largo, se dio cuenta de que estaba arrodillado encima de algo duro y miró.

El guardapelo que habían logrado robar unas horas atrás se había caído del bolsillo de Dumbledore y se había abierto, quizá debido a la fuerza con que había golpeado el suelo. Y aunque no podía sentir más conmoción, más horror ni más tristeza de los que ya sentía, Harry tuvo la impresión, tan pronto lo cogió, de que algo no encajaba…

......

La señora Weasley rompió a sollozar y sus lágrimas cayeron sobre el mutilado rostro de Bill.

La madre de los Weasley tropezó, chocó contra su marido y se quedó mirando cómo Fleur le curaba las heridas a Bill con una expresión muy extraña.

Nadie decía nada; Harry no se atrevía ni a moverse del lado de la cama de su hermana

Dos veces al día iban a la enfermería. ______ seguía bajo los cuidados de la señora Pomfrey. Tenía unas cicatrices horribles pero su carácter no había cambiado.

En la mesa de Slytherin, Crabbe y Goyle cuchicheaban con las cabezas muy juntas. Y aunque ambos eran fornidos, parecían indefensos sin la alta y pálida figura de Draco o sin ____ a su lado, dándoles órdenes.

Harry no había dedicado mucho tiempo a
pensar en él, pues toda su animadversión se había concentrado en Snape; sin embargo, no había olvidado el miedo que teñía la voz de Malfoy en lo alto de la torre, ni el hecho de que había bajado la varita antes de que llegaran los otros mortífagos.

Harry no creía que Draco hubiera sido capaz de matar a Dumbledore, y aunque seguía detestándolo por su afición a las artes oscuras, su desprecio se atenuaba con una pizca de lástima. ¿Dónde estaría ahora?, se preguntó. ¿Y qué estaría obligándole a hacer Voldemort bajo la amenaza de matarlos a él y a sus padres?

Pero lo que aún seguía sin entender es porque causarle daño a la castaña si era alguien a quien amaba

—Ha llegado el momento —anunció la profesora  Por favor, sigan a sus jefes de casa a los jardines

Los estudiantes se levantaron de los bancos y desfilaron casi en silencio. Harry vio a Slughorn, que llevaba una espléndida y larga túnica verde esmeralda con bordados de plata, en cabeza de la columna de Slytherin, y a la profesora Sprout, jefa de la casa de Hufflepuff, que nunca había ido tan aseada, pues no tenía ni un solo remiendo en el sombrero.

Cuando llegaron al vestíbulo, vieron a la señora Pince de pie junto a Filch: ella iba con un tupido velo negro que le llegaba hasta las rodillas, y él con un viejo traje y una corbata negros que apestaban a naftalina.

Al acercarse a los escalones de piedra de la entrada, Harry vio que todos se dirigían hacia el lago. Los tibios rayos del sol le acariciaron la cara cuando siguió en silencio a la profesora McGonagall. Hacía un espléndido día de verano.

....

—Estaremos a tu lado pase lo que pase —afirmó Ron—. Pero, ¡eh!, antes que nada, incluso antes de ir al valle de Godric, tendrás que pasar por casa de mis padres.

—¿Por qué? — la chica los miraba desde la cama acomodandose

La pinta de la chica seguía igual varios golpes por la caída pero intentaba regalar la mejor sonrisa al resto de los chicos mientras estaba en la cama de la enfermería

—La boda de Bill y Fleur, ¿recuerdas?

Harry lo miró con asombro la idea de que todavía pudiera existir algo tan normal como una boda parecía tan increíble como maravillosa.

—Sí, eso no podemos perdérnoslo —dijo al fin la chica con una sonrisa — Por fin podré usar lo que tu madre me regalo esta navidad ese hermoso vestido

Ron se encontraba feliz y si no fuera por las heridas que tenía la chica la hubiera abrazado

– Te veras fantástica.... Pero porque no te lo haz quitado?

El anillo reposaba todavía en la mano de la chica la cual lo miró jugando con el

— No lo se solo es la costumbre... Lo extraño

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora